Entre aplausos, lágrimas y al grito de “¡sí se pudo!”, los mexicanos recibieron hoy las cenizas de José José a su llegada al Palacio de Bellas Artes, donde recibió un homenaje póstumo.

Las cenizas fueron colocadas en el vestíbulo del palacio dentro del mismo féretro dorado que se usó en el funeral público de Miami. Los primeros en montar una guardia de honor fueron sus hijos José Joel y Marysol, junto con su madre, Anel Noreña.

También montaron guardia la alcaldesa capitalina, Claudia Sheinbaum, y el músico Roberto Cantoral Jr., cuyo padre compuso El triste, una de las más famosas canciones del Príncipe de la Canción.

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El homenaje, que duró tres horas, permitió que sus admiradores entren al palacio para darle su último adiós.

En el interior del palacio fue colocada una fotografía de gran tamaño en blanco y negro de José José con la leyenda “Qué triste fue decirnos adiós”, un verso de su éxito El triste. Bajo la imagen se desplegaron arreglos florales blancos y una alfombra roja sobre las escalinatas de este museo y teatro en el que se han realizado los funerales de otras grandes figuras de la cultura popular como Chavela Vargas y Juan Gabriel.

Al finalizar, el cortejo fúnebre trasladó las cenizas a la Basílica de Guadalupe, donde se oficializó una misa en su honor.  La tarde de este 9 de octubre, los restos de José José fueron sepultados en el Panteón Francés de la Ciudad de México, junto a los de su madre, que fue pianista. (I)

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Antecedentes

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Disputa

Su arribo ocurrió tras más de una semana de pleitos familiares para definir el destino de sus restos, en los que tuvo que mediar incluso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Cremación

Su cuerpo fue cremado el martes en Miami, Florida donde falleció el 28 de septiembre. Aquí quedará una parte de sus cenizas. (I)

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