El trompetista de jazz Miles Davis caminaba junto al río Sena y se sentía libre. Louis Armstrong buscó refugiarse del sur estadounidense de la época de la segregación en el Hôtel Alba Opéra de París. La bailarina Josephine Baker impresionó al público en el Folies Bergère antes de unirse a la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Para los artistas afroestadounidenses, París existió por mucho tiempo como un refugio que les permitía experimentar su humanidad, pese a las contradicciones y tensiones raciales propias de la ciudad.

The Eddy, una nueva serie de Netflix de drama musical que se estrenó el viernes, busca rendir homenaje a esos encuentros al tiempo que saluda a la Nueva Ola del cine francés de fines de los 50, a los refugiados, los abusados y, claro, al jazz.

Desarrollada en los márgenes de París, la serie sigue al inmigrante afroestadounidense Elliot Udo, interpretado por André Holland, mientras trata de mantener a flote su club de jazz, The Eddy, al tiempo que cuida de una hija estadounidense birracial aquejada de problemas, Julie, encarnada por Amandla Stenberg.

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Elliot crea una banda de músicos del norte de África, Haití, Cuba, Estados Unidos y el este de Europa que atrae a un público igualmente diverso lejos de los cafés y museos de París. Pero parece que todo y todos quieren acabar con el experimento, desde la policía hasta el bajo mundo de los promotores musicales entrometidos.

Mientras tanto, unos músicos marroquíes ambiciosos buscan llamar la atención de Elliot fusionando hip hop francés con tradiciones musulmanas.

La idea para la serie de ocho episodios surgió de un sueño del ganador de seis Grammy Glen Ballard de contar la historia de una banda de jazz que hace música en la París actual. Organizó a un grupo con músicos en activo que incluye a la actriz y vocalista Joanna Kulig, de la cinta de 2018 Cold War (Guerra Fría), y a la percusionista croata Lada Obradovic. (E)