El príncipe Andrés negó haber participado en actos inapropiados, pese a que tenía una amistad con Jeffrey Epstein, el millonario fallecido a quien se acusaba de liderar una red de tráfico sexual.

Según el diario británico The Sun, Estados Unidos le exige a Gran Bretaña la colaboración de Andrés, quien desmintió que se haya negado a cooperar en algún momento y que está dispuesto a declarar, señala el sitio web Quien.

Esta es la primera vez en la historia que Andrés está involucrado en una investigación criminal. Sin embargo, hace dos meses también fue acusado de haber tenido relaciones con una menor de edad. Virginia Roberts Giuffre, la supuesta víctima, dijo que esto sucedió en tres ocasiones, entre 2001 y 2002.

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Príncipe Andrés, Virginia Roberts y Ghislaine Maxwell.

Andrés ha negado rotundamente que eso sea cierto, pero el interés del Departamento de Justicia de Estados Unidos por hablar con él se ha incrementado.

Es por esto que al organismo antes mencionado interpuso una solicitud de asistencia legan mutua (MLA) a la oficia central, lo que significa que su petición no pasará por el palacio de Buckingham sino que se acogerá directamente al tratado legal que se tiene con el Reino Unido y que solo se utiliza en casos penales.

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Con esto Estados Unidos puede obligar a declarar al príncipe Andrés ante un tribunal en Reino Unido como testigo, además buscan además presionarlo para que presenten pruebas.

“El departamento de justicia no hace una solicitud de esta naturaleza a la ligera, especialmente una que involucra a un miembro de alto rango de la familia real británica. Pone al gobierno del Reino Unido en una posición muy difícil y al duque de York aún más”, señaló una fuente.

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Con estas medidas, Andrés no podría de ninguna manera negarse a declarar, aunque tendría derecho a la “quinta enmienda”, lo que significa que puede permanecer en silencio para evitar una autoincriminación. No obstante, expertos en leyes de Estados Unidos aseguran que sería contraproducente que Andrés quiera permanecer en silencio.

“Si bien, el príncipe se reservaría el derecho de negarse a declarar en virtud de la quinta enmienda a la constitución de los Estados Unidos, el impacto en su reputación ya disminuida sería considerable y se podrían extraer indiferencias adversas contra él, en los litigios civiles relacionados, lo que llevaría a un posible juicio por incumplimiento”. (I)