Por Viviana Garcés Vargas, periodista y docente.

Hablamos, escribimos, observamos con vergüenza y respiramos desigualdad social. Lo que tanto criticó la 'Generación del 30', lamentablemente lo volvimos a repetir como un flashback, luego de noventa años, sin aprender de su historia.

Pero, ¿Quiénes formaron parte de este grupo de prestigiosos escritores que hicieron retumbar la narrativa ecuatoriana? Pues, bien, los famosos '5 como un puño', integrados por: Alfredo Pareja Diezcanseco, Enrique Gil Gilbert, José de la Cuadra, Joaquín Gallegos Lara y Demetrio Aguilera Malta, emergieron del Puerto Principal, para destacar a partir de la literatura, la cultura del cholo y el montuvio, pertenecientes a la Costa ecuatoriana, en donde su manera de expresarse y de observar la vida (muchas veces de manera injusta), se podía leer de manera detallada en la narrativa que supieron emplear de manera nítida, destacando su lenguaje rico en improperios y naturaleza donde el machismo y la disputa por salvaguardar su vida eran perennes.

Publicidad

De tendencia socialista, 'El grupo Guayaquil', supo describir a cabalidad al costeño de los años 30, pero ¿sigue siendo así?, ¿hemos evolucionado, o nos quedamos estancados en los recuerdos, que en toda crisis económica o política se repite mágicamente? El realismo social al que recreaban de forma magistral, en donde Guayaquil sucumbía en las huelgas de los obreros, las mujeres eran líderes como en Baldomera o La Tigra, la conservación de la naturaleza como en Don Goyo, sobrevivir ante la injusticia Las tres ratas, o los relatos donde las violaciones sexuales eran un forma de mostrar quién es el ser más fuerte en Los que se van; no obstante, sus cuentos y novelas se ganaron muchas veces la crítica de forma despiadada, debido al uso “exagerado” del lenguaje o porque según la diatriba de aquel entonces sugería que muchas de sus historias cortas, tenían un corte inmoral ya que describían a cabalidad escenas donde el sexo y el alcohol eran parte del diario vivir de los habitantes locales.

¿En qué se basaba el Grupo Guayaquil para reflejar ese entorno? Los problemas sociales como: el machismo (aspecto que sigue siendo un conflicto latente en todos los estratos sociales), en donde primaba la violencia doméstica o las transgresiones (solo basta con revisar la prensa nacional), la brujería o supersticiones (presencia que puede manifestarse en los sectores rurales), o la corrupción que creó un fuerte tumulto entre los trabajadores de la década del 20 y se recreó fielmente en Las cruces sobre el agua.

Pero, ¿ha cambiado la realidad que se refleja en aquellos textos o solo forma parte de la ficción de aquel entonces? La experiencia que nos ha dejado el coronavirus, sobre todo lo que se observó como una de las peores tragedias sanitarias en Guayaquil, se perfila no importa el tiempo que haya transcurrido, la historia se repetirá sino se aprende de los errores del pasado. Cuerpos envueltos en sábanas, abandonados en las esquinas, cofres de cartón, médicos que no dan abasto, gente abarrotada en diferentes dependencias públicas, exigiendo los derechos laborales que perdieron gracias a leyes sin sentido o seguir registrando en la Fiscalía, los sobreprecios de implementos médicos ya que gracias al Gobierno caduco que, al igual que sus antecesores prefirió sacrificar a su pueblo, antes que a sus intereses personales. (O)