Entrevista a Tania Esmeralda Muñoz, docente, Directora de Promoción y Difusión Cultural en Instituto Cultural Nuestra América.

El proyecto Carrete literario se basó especificamente en resaltar la obra del llamado Grupo Guayaquil, ¿Porque se decidió tomar a este grupo de escritores como parte del proyecto y como referente?
En nuestro país estamos acostumbrado a admirar el trabajo internacional, una visión donde lo local queda de lado por considerarse de baja calidad. La falta de sentido de pertenencia al Ecuador en todos sus ámbitos no es nueva, pero con el pasar de los años se ha incrementado, esto debido a que no puedes valorar aquello que desconoces. El Carrete Literario nace bajo la premisa fundamental de alentar a los nuevos públicos a conocer la riqueza literaria de nuestro pueblo, dejando de lado la solemnidad que el colegio impone que, a más de motivar, termina alejando a futuros lectores que perciben finalmente al acto de la lectura como una obligación.

El grupo de Guayaquil se convierte en un punto de partida particular. En la percepción general en los circuitos literarios locales se reserva el proceso de escritura a aquellos elegidos que poseen cierta trayectoria. Esto notablemente intimida a los nóveles escritores que se avergüenzan de presentar sus primeros pasos o no encuentran donde presentar su obra. Los que se van”es una clara muestra de cómo tres jóvenes (recordemos que en la creación del libro tenían entre 18 y 21 años) se atrevieron a mostrar su propuesta y pese a toda crítica lograron convertirla en el libro de cuentos más famoso de la literatura ecuatoriana.

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Producto del proyecto se publicó un libro titulado Los que siguen, llama la atención por que establece un paralelismo con las palabras de presentación de Gallegos Lara y que da título a la obra Los que se van. ¿Por qué este nombre?

Es momento de continuar, de relatar nuevas historias, nuevas condiciones tan curiosas como antiguas. Seguir y regresar esa confianza a los jóvenes, que puedan encontrar en la literatura una forma de vivir. Lo importante era que ellos ganen experiencia para continuar este legado. Por esta razón recibieron una capacitación dada por el escritor Luis Carlos Mussó y otra por el ilustrador Josué Matamoros. Con la antesala de un 'fototrip' que recorría lo espacios que inspiraron al grupo de Guayaquil a escribir sus cuentos.

El libro Los que siguen es de autoría de estudiantes, especialmente secundarios, ¿Porqué decidieron dirigirse a los jóvenes estudiantes? más cuando es hay un cliché que dice que nuestra juventud no lee, ¿Qué receptividad tuvieron en los chicos?

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El Carrete Literario siempre busca acercar a los jóvenes de colegios a cambiar dicha perspectiva, por eso incluimos en esta edición un plan de actividades que contribuyó a despertar en el estudiante, no solo habilidades personales, sino también la posibilidad de generar ideas innovadoras en torno a economía cultural relacionada con la literatura. El compartir con personas que tienen amplia experiencia en sus campos artísticos y laborales motivó, en muchos casos, a que los estudiantes presentaran sus trabajos y portafolios en búsqueda de una opinión profesional, de tal manera que pudieran reconocer su desarrollo y hacia donde caminar en su proceso creativo.

Hay cierta tendencia entre los escritores de la nueva generación de creer que los autores del llamado realismo social ya están desfasados o pasados de moda, ¿Ud qué opina al respecto?

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En ocasiones la desazón por la demora del cambio generacional provoca en algunos autores a borrar todo lo anterior y crear algo considerado nuevo, único y distinto. El realismo social no puede ser catalogado únicamente como una tendencia que desaparezca al ritmo de las directrices del mercado. Creo que clasificar a las artes literarias exclusivamente por este factor es lo que más aleja a la nueva generación de la creación libre.

¿Qué acciones crees que se deben tomar para mantener viva la obra y el mensaje de los autores de Los que se van?

Dejar de censurarla. En algunos colegios la obra ha sido prohibida por considerar su contenido violento y erótico. Es necesario que podamos trabajar en conjunto con los docentes y puedan utilizar a la literatura como una aliada para formar en los jóvenes un sentido de pertenencia y aprendan a involucrarse con su entorno, que el mismo puede ser fuente de historias que mantienen vigente la esencia del país. (I)