Phil Collins demandó a su exmujer Orianne Cevey y al actual marido de ella, Thomas Bates, por una supuesta invasión a la fuerza de su mansión ubicada en Miami, valorada en $40 millones. El músico asegura que la diseñadora de joyas incluso llevó guardaespaldas armados para mantenerlo fuera de la casa.

Collins y Bates se casaron en 1999 y tuvieron dos hijos, Nicholas y Matthew. La pareja se separó en 2008 y llegaron a un acuerdo de divorcio, mediante el cual el músico le pagó unos $48 millones a su exesposa. Tras volver en 2016, la relación llegó a su fin en agosto pasado, cuando Cevey se casó con Bates. La prensa estadounidense asegura que la mujer terminó la relación con el músico mediante un simple mensaje de texto.

Los Bates ahora se instalaron en la vivienda que Collins compró en 2015 y se niegan a salir. Los abogados del músico consideran a la mujer y su marido como invasores; el antiguo integrante de la banda Genesis teme que la pareja o sus guardaespaldas "saquen, escondan o destruyan" objetos de valor y otros que artículos de su propiedad.

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La pareja respondió a través de su equipo legal y calificó la demanda como "nada más que una represalia" al nuevo matrimonio y una "historia vergonzosa" que el músico ha "fabricado". Cevey presentó una contrademanda exigiendo alrededor de $20 millones para desalojar la propiedad.

Además, la diseñadora de joyas alega que su exesposo la espiaba, después de descubrir una gran cantidad de cámaras ocultas en la disputada casa. En una declaración jurada obtenida exclusivamente por el Daily Mail, Cevey afirma que ''descubrió aproximadamente 20 cámaras ocultas en toda la casa familiar, incluso en mi baño personal y vestuario. Estas cámaras se instalaron sin mi conocimiento o consentimiento. Cubrí estas cámaras con tiritas para preservar mi privacidad y la privacidad de mis hijos en el hogar familiar''.

El equipo legal de Cevey acusó a Collins de tratar de "espiar (a la diseñadora) durante sus momentos más privados". La exesposa del artista también alega que Collins utilizó al "guardia de toda la vida" de la casa para espiarla y "transmitir información personal y privada sobre mí". El guardia fue despedido.

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La mujer asegura que se encargó de seleccionar los muebles de la casa junto a su entonces esposo; argumenta que su exmarido la está tratando de despojar de todas sus pertenencias, excepto solo la ropa que llevaba puesta.

Los abogados de Cevey también dijeron que la sugerencia del músico de que su expareja se mudara de regreso a la casa de Las Vegas que la diseñadora compró en secreto en diciembre de 2019, "solo resalta la naturaleza inapropiada de toda esta demanda y el verdadero motivo del Sr. Collins: acosar y degradar a Orianne, mientras sufren los niños al mismo tiempo''. (E)