Pelé cantando acompañado a la guitarra por el dúo mexicano Rodrigo y Gabriela no es una novedad, ni para el legendario brasileño ni para el fútbol, que ha flirteado siempre con el mundo de la música, a veces con grandes éxitos y otras con actuaciones merecedoras de una tarjeta roja.

La hermosa balada Acredita no véio fue publicada la semana pasada, con motivo del 80 cumpleaños de 'O Rei'. "Su voz es muy agradable, tiene ese instinto. Está esa capacidad de los futbolistas brasileños para lanzar buenas canciones, pienso en el pasado en Sócrates o Júnior", describe Pierre-Etienne Minonzio, periodista de L'Equipe, autor del 'Pequeño manual musical del fútbol'.

Pero no siempre ha sido ese el caso cuando algunos cambian las botas por los micrófonos. "En Francia a menudo se vuelve una catástrofe y ellos son conscientes de ello, como con Emmanuel Petit, Yuri Djorkaeff o Pascal Olmeta", lanza el cronista de France Inter.

Publicidad

Pelé muestra un perfil bajo a la hora de hablar de la música. "En el fútbol mi talento era un don de Dios, la música era sólo por placer", confiesa para la compañía Because Music.

Sin embargo, su discografía es notable y rica en sorpresas como 'Tabelinha', con estructura de bossa nova, en 1969, con Elis Regina, cantante brasileña en boga en aquella época.

En 2006 Pelé lanzará 'PeléGinga', álbum que presenta un dúo con el inmenso Gilberto Gil y también una primera versión de 'Acredita no véio'. "Lo que es interesante con este título es que él escribió la letra y que vemos su sentido del humor", explica Pierre-Etienne Minonzio.

Publicidad

Magia negra

"Cuando yo jugaba (en el club) Santos, el entrenador decía que cuando perdíamos era fallo de los jugadores, pero que cuando ganábamos era la macumba (magia negra) que nos había ayudado", recuerda Pelé.

Pero más allá de Brasil las fronteras entre el fútbol y la música han sido porosas. Bob Marley fue un regateador amateur difícil de defender. Y el antiguo delantero francés Djibril Cissé es en la actualidad DJ.

Publicidad

En Inglaterra abundan los ejemplos. Elton John fue propietario del Watford, Fatboy Slim uno de los patrocinadores/mecenas del equipo de Brighton.

En la carrera en solitario de Joe Strummer, antiguo líder de The Clash, hay títulos como 'Tony Adams', legendario defensor del Arsenal, o 'Shaktar Donetsk', club ucraniano.

Incluso se organizó un partido entre Oasis y Blur para añadir pimienta a su rivalidad musical en los años 1990. Por no hablar del más célebre himno del Liverpool, 'You'll never walk alone', fragmento de una comedia musical de Broadway de los años 1940 recuperada por 'Gerry and the Pacemakers', grupo de rock de Liverpool de los años 60.

Champán, éxtasis, coca

Y una de las mejores canciones oficiales de la selección nacional viene asimismo del país que inventó el fútbol, con 'World in motion', firmada por New Order en 1990 para acompañar a la selección de los 'Tres Leones' en el Mundial de Italia. "Es todo un cambio, cuando el grupo del momento declara su pasión por el fútbol, algo que no estaba bien visto antes en el rock", explica Pierre-Etienne Minonzio.

Publicidad

Los entresijos de ese maridaje son jugosos. Los jugadores ingleses, invitados al estudio, llevan también una vida de rock'n'roll... Paul Gascoigne, jugador con un talento sólo igualado por su capacidad para cometer excesos -paga el precio en la actualidad con problemas de salud- "vació tres botellas de champán en quince minutos, a morro", cuenta Peter Hook, antiguo bajista de New Order, en su libro 'Substance, New Order visto desde dentro'.

"Quisimos llamar a la canción +E for England+ pero la (Federación Inglesa de Fútbol) no quiso por la referencia a la droga", prosigue Hook. La fórmula se inspiraba en +E for Ecstasy+ (E de Éxtasis). "Substance" no es tampoco un título anodino. Hook cuenta que una "enooooorme bolsa de coca" circuló justo antes entre los músicos: "Yo estaba completamente drogado cuando llegó el equipo". (I)