“Esa canción nunca la van a pasar en la radio”, dijo el ejecutivo de la discográfica en una de las más garrafales profecías erradas de la historia. El grupo Queen insistía en que el primer simple de su cuarto disco debía ser ese. Ni siquiera tenían otro tema en la cabeza como reemplazo. Alguien sugirió realizar una versión especial, editada para la radio, que acortara su duración a menos de seis minutos.