Ama la Navidad en familia, recibir invitados y el ambiente navideño, pero nunca la verán cocinando la cena del 24 de diciembre, asegura la expresentadora de televisión Silvia Ponce, entre risas. “Yo soy la anfitriona, pero mi mamá es la que prepara todo”, admite Silvia, quien siempre pone la casa para los días festivos. En su familia, cada hermano aporta en algo, por ejemplo, uno pone el pavo y otro compra las bebidas, pero su madre es la que tiene la sazón navideña ‘bajo la manga’.

“Si hay algo que no puede faltar es el chocolate caliente de mi mamá con el pan caliente de mantequilla de la tienda”, confirma Silvia, de 47 años. La figura de TV cuenta que una vez quiso hacer una receta de chocolate caliente fitness, aprovechando que no consume azúcar y su dieta es saludable; pero esta no cumplió con sus expectativas.

Le vertió a la leche chocolate negro, leche de almendras y fruta del monje pensando que quedaría refinada, pero estuvo ‘tan mala’ que nadie la quiso beber y se tuvo que desperdiciar, cuenta riéndose. Desde entonces, Silvia no se queja de la cantidad de azúcar que lleva la receta de su madre y bebe hasta tres tazas.

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Esta Navidad, la bloguera tiene algunas reuniones familiares y sociales, sin embargo, lo que más disfruta de la ocasión es ver a su hijo Mateo abrir los regalos. “Si fuéramos solo Daniela (su hija mayor) y yo, seguramente nos iríamos de viaje por estas fechas, pero Navidad se ha vuelto muy especial por Mateo, que aún cree en Papá Noel y espera los regalitos debajo del árbol”, expresa Silvia, quien ahora se dedica a desarrollar eventos deportivos, junto a su socia, su primogénita.

Mateo tiene 7 años y desde los 4 ha entendido que diciembre es el mes de los regalos. “Hay un video donde él, por bajar corriendo las escaleras, se cae al piso” cuenta como anécdota Daniela, de 23. Este año, la familia de Silvia ha decido no regalar juguetes a los pequeños, sino que obsequiarán ropa, accesorios y otros artículos que seguramente usarán. “Siempre pasa que les compramos juguetes que no terminan utilizando o que no les gusta” comenta.

Entre Silvia y Daniela no existen las sorpresas, el par es muy unido y para Navidad dejan en claro qué es lo que quieren recibir de la otra. Sin embargo, Silvia dice que su regalo más especial se lo dieron a la edad de 11 años, cuando su papá le trajo del extranjero una bicicleta fucsia con una cesta y unos pompones que eran la envidia del barrio, “ese regalo siempre lo atesoraré conmigo porque me lo dio mi padre” sostiene.

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El arbolito que tiene en su casa sigue la temática color rojo, verde y dorado de la Navidad, y lo mandó a hacer con una decoradora. “Antes sí decorábamos toda la casa, era excesivo. Teníamos adornos de Papá Noel en cada esquina, vela y asiento de nuestro hogar, pero ya le bajamos un poco” bromea la madre de dos. Ahora el estilo con el que maneja su hogar en épocas navideñas es menos llamativo, pero sigue conservando los detalles importantes como los centros de mesa y las luces exteriores. (E)


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