La frase “Good vibes only” resalta en una caricatura de Kamran Kami Tadayon pintada en una de las paredes del Lost Beach Club. Esta misma frase es la mantra del empresario norteamericano, de ascendencia iraní, que hace más de 20 años llegó al país con el propósito de ayudar a su padre a recuperar su dinero tras los desaciertos del feriado bancario y terminó fundando la discoteca más grande de Montañita.

Y no solo eso, este año fue reconocida por la revista DJ Magazine como uno de los mejores 31 clubes de música electrónica alrededor del mundo.

En una entrevista al pie del mar, y a pocos metros donde la fiesta se enciende todas las semanas, Tadayon dice que Lost Beach es “una misión para salvar el universo”, ya que no solo asegura la diversión a sus visitantes, sino que también aporta al crecimiento turístico de esta localidad de la provincia de Santa Elena.

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Cuando se le pregunta por qué eligió ese nombre, cuenta que fue tras ver la serie de televisión Lost, en la que un grupo de sobrevivientes resisten como náufragos en una isla paradisiaca tras un accidente aéreo. “Yo escondí la mejor discoteca del mundo para que sea encontrada por la gente que busca la mejor calidad de evento y música”, expresa el hombre de 51 años.

“El universo es un verso que siempre se repite; mueres, naces y tienes que hacerlo de nuevo, y de alguna manera todos estamos perdidos en un universo tratando de reencontrarse con los hijos anteriores, las novias anteriores”, agrega.

Fachada de Lost beach club.

La actual infraestructura de Lost Beach Club abrió oficialmente en el 2010 con una fiesta de año nuevo. Al ingresar a sus instalaciones lo primero que llama a la vista son los murales del artista Iván Casanova que invaden el 90 % de las paredes; la mayoría de las figuras te conectan con un mundo galáctico y psicodélico.

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Los shows cuentan con varias pistas de baile, la principal es la Main Floor, al aire libre y bajo las estrellas. Pero también hay otro espacio llamado La Cueva, donde el sonido se concentra aún más, por sus “paredes de 60 a 1 metro de grosor”. “Al momento que puse La Cueva y empezamos a hacer fiestas, ese mismo año salió en el top 7 de los mejores clubes frente al mar”, cuenta.

La discoteca abre los viernes, sábados y lunes a partir de las 16:00. Los viernes y lunes la entrada cuesta $ 10 con barra libre hasta la 01:00, luego de esa hora vale $ 20. “La fiesta no termina hasta que las personas no paren de bailar”, afirma.

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El sitio de los mejores DJ

Lost Beach Club se encuentra en Montañita.

Lost Beach Club se caracteriza por presentar a una variedad de exponentes de música electrónica, tanto locales como extranjeros, hasta los más sonados y conocidos del mundo. Entre los DJ que han tocado su música en este lugar se encuentran Mochakk, Gordo, Lexlay, Twenty Six, Kinahau, Michael BM, Marco Tropeano, entre otros. Su amor por este género de la música también lo ha heredado su hijo Ezzio, quien toca en la discoteca bajo el nombre artístico Ezziolino.

Afirma que a la semana su cartelera incluye al menos un DJ internacional, con la finalidad de atraer a más visitantes. Según el fundador, este sitio ha alcanzado una asistencia de hasta 2.500 personas.

El sueño de Kami

Kami Tadayon, fundador de Lost Beach Club. Foto: Alexandra Casulo

Kami, como todos prefieren llamarlo porque así es más sencillo, se describe como una persona apasionada en todo lo que hace. “En la escuela me decían Big Daddy, porque soy como un papá, soy un líder, que le gusta ayudar a todos”, declara el empresario que atrás deja las corbatas y saco porque prefiere lucir pantalonetas, zapatos cómodos, camiseta, gafas de marca y una gorra con el nombre de su club.

Cuenta que todo lo que posee actualmente un día lo vio en un sueño que tuvo. “En mi sueño yo vi mi futuro, vi que yo era promotor, que tenía tres hijos, que vivía en Ecuador. Yo vi toda mi vida en un sueño, en un momento que no sabía qué hacer”, asegura. “En mi sueño yo fui el mejor promotor del mundo”, apunta.

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Su primer evento de música electrónica fue en 1992 en un edificio. “Cuando tenía 19 años organicé mi primer evento de música electrónica en Los Ángeles para 2.500 personas, fue un éxito total. Y desde entonces no he parado de organizar eventos”, refiere.

Mientras brinda esta entrevista termina de revisar las últimas facturas del día, coordina con sus trabajadores una solicitud de un cliente en su hotel Dharma Beach (donde también hace tardes de música electrónica) y muestra la agenda de artistas que tocarán en su discoteca este año. Todo parece tenerlo bajo control, quiere seguir estando entre los mejores del mundo, pero sobre todo quiere seguir llevando el mensaje de que la música y la buena energía son la clave.

La opinión de sus clientes es parte del éxito, en sus manos carga algunas páginas impresas con todas las sugerencias, felicitaciones y críticas de los clientes. Algunos piden mejorar la ventilación de La Cueva, otros quieren más horas de diversión, mientras que unos sueñan con tomarse una foto con Tadayon.

¿Qué se necesita para estar frente a un centro de diversión sin perder el rumbo?. “Duermo, no tomo alcohol y trato de ser un buen ejemplo”, responde el hombre que en su lugar de trabajo construyó un minidepartamento con cama para poder descansar en los pocos ratos libres que tiene.

“Mi misión es poner a todos en la misma frecuencia, vibrar y hacerlos entender que viven para siempre”, concluye. (I)