Para el curador Hernán Pacurucu, lo más bello de las periferias es que se mantienen como tal, a pesar de los cambios a su alrededor. “Si un día el planeta repentinamente girara y el norte pasara a ser el sur, las periferias se mantendrían siendo periferia (...) Nada cambiaría para bien o para mal”, plantea el crítico de arte. Bajo esta reflexión presenta el V Salón de Gráfica Contemporánea, denominado La periferia, el baile de los que sobran, una exposición que recientemente se inauguró en el Museo Nahim Isaías.