De acuerdo con la Real Academia de la Lengua, un pandemonio es un lugar donde hay mucho ruido o confusión. Y es esa visión la que inspira la nueva muestra artística del guayaquileño Virgilio Valero Montalván, compuesta de 21 piezas en distintos formatos y técnicas, que se exhibirá desde este jueves 6 de junio en la Casa de la Cultura núcleo del Guayas.

Pandemonio es la exposición individual número 22 de Valero y su curaduría estuvo a cargo de Amalina Bomnin.

“La muestra apuesta por comentar acerca de esas facetas del subconsciente que nos cuesta aceptar, develar o sanar y, sin embargo, están presentes más de lo que desearíamos tanto en nuestras acciones como en sublimaciones”, explica crítica de arte y docente de la Universidad de las Artes, en su texto curatorial. “En ella convergen personajes de ciertas obras de teatro, provenientes de sueños o pesadillas, algunos imaginados, y los posibles alter ego del propio artista (...). Etimológicamente hablando, (pandemónium) la capital imaginaria del reino infernal”.

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ID 6, acrílico sobre tela. 40 x 30.

El también actor comenzó a trabajar en las obras durante la cuarentena por la pandemia de COVID-19, una época donde precisamente el caos y la incertidumbre se extendieron por varios países.

“No estamos exentos de todo el ambiente que nos rodea y que muchas veces influye en nuestra capacidad creativa y la percepción del mundo. Estamos en un tiempo muy agitado, con guerras, nuestra propia ciudad (Guayaquil) es violenta, el cambio climático… Estamos en un mundo que está tenso”, explica. “Porque por más que uno diga yo no estoy por allá o yo estoy en mi casa y no me alcanzan, la verdad es que sí. Hay una conciencia colectiva que hace que uno, de algún modo, también se imprima de esas situaciones que se viven alrededor de uno”.

Pandemial. Dibujo (cartulina).

Pero el título de la muestra también se vincula con la interpretación que algunas culturas ancestrales les otorgan a los demonios, como criaturas festivas y que sanan.

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ID 1. Acrílico sobre tela. 30 x 40.

“De allí que, por ejemplo, nuestras fiestas andinas, como la Diablada de Píllaro o la Mama Negra, sean festividades con la presencia del diablo, que baila, que da de beber, y es una especie de purga también. Y esa mitad que está entre lo profano y lo divino, entre lo racional y lo irracional, entre lo lógico y lo ilógico, entre lo absurdo y la cotidianidad, a mí me gusta mucho porque el artista también está en esa mitad casi siempre”.

Los colores cálidos y brillantes contrastan y equilibran los seres de brazos múltiples y cabezas dobles, que a veces pueden resultar ‘difíciles de ver’.

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Danzantes, acrílico sobre tela. 80 x 60.

“Me gustaría que las personas que se acerquen a la galería, más que buscar interpretaciones sobre la obra, quisiera que la pieza se introduzca en ellos y ‘les diga algo’. Creo que allí está el éxito del arte, porque es mucho más importante no solo lo que el artista haya querido decir, sino cuando el espectador hace su propia lectura. Allí la obra cobra el valor necesario, porque está influyendo en cada uno”.

Pandemonio estará abierta hasta el 6 de julio en la Galería Araceli Gilbert (Casa de la Cultura, núcleo del Guayas). Dirección: Avenida Quito y av. 9 de octubre.