Lejos de mostrarse nostálgico o afligido por el cierre de esta etapa de su vida profesional, que coincide con la hora de su jubilación, Ramón Barranco se aprecia con un aire de satisfacción por el deber cumplido, modestia aparte. El primer director artístico del Teatro Sánchez Aguilar acaba de escribir sus últimas páginas en este rol que interpretó honrosamente por 13 años.