Para la guayaquileña Patricia Illingworth, La mula ciega es “un pretexto” para reunir muchas de sus pasiones: su deseo de tener un negocio propio, su cariño por el centro de la ciudad (“donde he vivido toda mi vida”), su gusto por el café de altura, y su interés cautivo por la cultura montuvia y en especial por la literatura ecuatoriana.

Por eso esta cafetería, bautizada como una novela del autor manabita Oswaldo Castro y que emerge en una esquina de las calles Panamá y Luzárraga, celebrará su primera tertulia literaria este viernes 15 de octubre al calor de una taza humeante de café recién pasado.

La reunión propone una charla amena sobre el libro Guayaquil, novela fantástica, escrito por Manuel Gallegos Naranjo en 1901, la primera creación de ciencia ficción con identidad guayaca. La tertulia será a las 11:00, con el acompañamiento de la escritora y docente Solange Rodríguez como moderadora. Los cupos son limitados y la participación tiene un valor de $ 12.

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En sus redes sociales este negocio ha recalcado su aspiración de sumarse al catálogo de espacios culturales emergentes en la urbe, desde que la marca La mula ciega se concibió como una propuesta gastronómica. Esta idea la reafirma Patricia, su fundadora.

Con una amiga, recuerda la emprendedora, buscaba un ambiente especializado para leer los clásicos del siglo XIX del país y al no encontrar uno acorde a sus expectativas, junto a su socia Valeria Bohrer decidieron fabricarlo en la cafetería. “Cuando se inaugura la cafetería, nuestra intención fue abrir este espacio ya no solo a la literatura del Ecuador, sino a otras artes, como las plásticas, visuales, fotografía… siempre enfocado al arte ecuatoriano”.

La iniciativa cuenta con la asesoría de Gloria Vidal, exministra de Educación y tía de Illingworth; y de Cecilia Ansaldo, catedrática y crítica literaria, quien a propósito sugirió el nombre de tertulias para estos encuentros.

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La mula ciega nació en el 2017 como una marca para los fanáticos del café, con grano de Zaruma y Zamora. El año pasado la marca se transformó en este local ubicado en el gran patio de comidas al aire libre que ahora es la calle Panamá. Su esencia es la tradición montuvia, que se refleja en su decoración, colores y, por supuesto, en su menú, el cual incluye desayunos con verde, carne mechada, huevo frito y aguacate; o patacones con sal prieta, queso fresco, aguacate, huevo frito.

La siguiente tertulia, adelanta Patricia, será moderada por el artista visual y diseñador gráfico Oswaldo Terreros, quien además diseñó el logo de estas reuniones. En tanto, el próximo encuentro literario reflexionará sobre el relato Cosas de mi tierra, fabricado por José Antonio Campos.

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Contacto: 098-330-9503, en Instagram: @lamulaciega. (I)