El actor canadiense Donald Sutherland, con una destacada carrera que empezó a destacarse con títulos como Los doce del patíbulo, MASH, Casanova (de Federico Fellini), Novecento (de Bernardo Bertolucci), y ya en el siglo XXI con Orgullo y prejuicio (como el padre de Lizzy Bennet) y Los juegos del hambre (el presidente Snow), falleció este jueves 20 de junio a los 88 años de edad, compartió su hijo, el también intérprete Kiefer Sutherland.

“Con corazón apenado les digo que mi padre, Donald Sutherland, ha fallecido. Personalmente pienso que uno de los más importantes actores en la historia del cine. Nunca acobardado ante un rol, bueno, malo o feo. Amó lo que hizo e hizo lo que amaba, y uno nunca puede pedir más que eso. Una vida bien vivida”, escribió Kiefer en sus redes sociales, acompañando el mensaje de una foto de ambos en blanco y negro.

Sutherland, quien recibió un Óscar honorario por su trayectoria en 2017, acumuló una impresionante filmografía, y como dijo su hijo, fue galán, villano y comediante. Fue el misterioso Mr. X en JFK (Oliver Stone, 1991), pero también el vampiro Merrick, el primer tutor de Buffy, la cazavampiros. Compartió con Clint Eastwood, Tommy Lee Jones y James Garners en Space Cowboys (2000), The Italian Job (2003) y se mantuvo activo hasta El teléfono del señor Harrigan (2022) y Miranda’s Victim (2023).

Publicidad

Ganador de un Emmy, dos Globos de Oro y un premio de los Críticos de la Televisión, tuvo mucho reconocimiento por su trabajo como actor de reparto, y estuvo nominado varias veces en la categoría de actor principal.

No fue extraño a la televisión ni al teatro, pero a menudo decía que había tenido una “pequeña carrera itinerante”, ya que empezó en películas de horror de bajo presupuesto, en la década de 1960.

Actor Donald Sutherland premiado en San Sebastián

Como contó a The Guardian en 2005, originalmente solo tenía una línea de diálogo en Los doce del patíbulo, título con el que su potencial fue descubierto, hasta que el actor Clint Walker se rehusó a hacer una escena en la que tenía que fingir ser un general. De acuerdo con Sutherland, el director Robert Aldrich, quien no se había aprendido su nombre, de repente se volteó hacia él y le dijo: “¡Tú, el de las orejas grandes! ¡Hazlo tú!”. Así, su personaje, Pinkley, el prisionero número dos, condenado a 30 años de prisión, desfiló como general y le dio a Sutherland tiempo suficiente para mostrarse ante la cámara.

Publicidad

Kiefer Sutherland ha relatado que su padre tampoco tenía reparos en hacer voces para comerciales, y que él descubrió esto mientras veía la televisión. “Ey, esa es la voz de papá”. Cuando lo llamó para confirmar, le preguntó la razón. “Me la dijo, y entonces llamé a la televisión y les dije: ‘Yo les hago esa voz por la mitad’ (del costo)”.

A Donald Sutherland le sobreviven su esposa, la actriz Francine Racette, y sus cinco hijos: Rachel, Kiefer, Rossif, Angus y Roeg, todos involucrados en la industria del cine. (I)