Los ‘dimes y diretes’ que mantenía Carolina Jaume con su exesposo Allan Zenck y su actual pareja, Gabriela Guerrero, ya quedaron en el pasado y están enterrados. Por el bien de las dos partes.
La actriz y presentadora de televisión asegura que en la actualidad mantiene una relación cordial con la esposa del padre de su hijo Alonso, y que esto de hecho viene desde hace “mucho tiempo”. Además, también se refiere en buenos términos hacia Guerrero.
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“No es que es mi mejor amiga, que hablamos todos los días. Pero es muy agradable, es supersimpática”, compartió la comunicadora en una entrevista con un reportero de La Universidad de la Farándula. “Y es super desinhibida, no es muy mojigata. No, no, es superagradable. Y se ríe de mis ocurrencias, yo también le hago bromas, ella me hace bromas”.
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Jaume detalló que hacer las paces con la mujer le resulta beneficioso para la tranquilidad y estabilidad de su hijo Alfonso, en especial cuando él debe pasar tiempo con su padre. “No te puedo decir que somos las grandes amigas, que nos llamamos, pero bueno, está al cuidado de mi hijo, porque que Allan trabaja y lo deja con ella”.
En ese sentido ratificó que hay mucho respeto, cordialidad y compañerismo entre ellas. Amistad, jamás, eso sí, pero no necesariamente es algo malo, por eso pidió a sus seguidores no satanizar que su vínculo no pase al plano amistoso. “Para mí la amistad es un hilo muy fino, muy fino”.
Aclaró que la dinámica entre los tres se limita a que ella es la mamá de Alonso, y Gabriela la esposa de del papá del pequeño y su madrastra. “Y lo que tengo que respetar, es lo que prevalece hace muchísimo tiempo”.
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A inicios del 2023, Carolina Jaume protagonizó en redes sociales un episodio de indirectas y ofensas contra Zenck y en contra de su esposa, cuando aún era su novia, a quien incluso acusó de haber sido la tercera en discordia de su divorcio. Jaume y Zenck se divorciaron en agosto del 2021.
Aunque no se refirió a ese capítulo de sus vidas, la conductora y animadora hizo alusión al tema cuando recuerda que “todos cometemos errores de juventud, todos cometemos errores al hablar, al decir estupideces”. En ese sentido realzó el valor del perdón y el pedir disculpas, como un ejercicio que han practicado entre los tres.
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“Mira cómo cambia la percepción de las cosas cuando uno sana. También cuando tú sanas y el otro sana, también de las heridas que causaron, yo sané de las heridas que causaron, este sané de las heridas que yo me creé, ellos también sanaron de las heridas que ellos se crearon. Todo hemos sanado”. (E)
