La nueva temporada de Combate está a la vuelta de la esquina, específicamente este lunes 7 de abril con un nuevo horario de transmisión por el canal de RTS.
El programa conserva su esencia con dos equipos -naranja y azul- quienes se enfrentarán noche a noche por una victoria digna de la competencia, con más sangre nueva en su programación.
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Emiliana Valdez y Carlos Scavone se mantienen como conductores y aseguran que esta nueva entrega trae consigo una carga distinta de expectativas, emoción y preparación para cada uno de ellos.
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“Me siento igual de emocionado, de nervioso que la primera vez que me paré en el set el año pasado, con mucha más expectativa porque ya palpé este gigante llamado Combate y ya sé de lo que es capaz. No solo eso, también ya conozco con más profundidad cómo se va a manejar este año. Tengo una ansiedad increíble”, cuenta Scavone.
En esta temporada, se mantiene el enfoque en los participantes y su desarrollo, pero con giros dentro de la estructura que generan expectativa tanto al público como al equipo de trabajo.
“Lo importante de Combate, y siempre lo resalto, es que tiene una esencia muy clara. Se caracteriza por cuidar siempre a los chicos y potenciar mucho el talento que tienen, desde la parte artística hasta la parte física. Este año hay muchos cambios en la parte visual, jugamos con la melancolía, con los históricos (exparticipantes), con la parte emocional de la gente que ama Combate. Lo que más me gusta es que sigue teniendo ese sello, pero ahora también vamos a tener cambios en cómo se maneja la competencia, al menos en los primeros meses”, continua el conductor.
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“Estamos trabajando con una fase que se llama ‘Los desafiantes’, y aunque no queremos hacer mucho spoiler, ya la palabra lo dice: desafiar. Eso va a generar controversia, intriga... y a mí me encanta que Combate sea imprevisible, incluso para nosotros”.
Los cambios también se verán reflejados en la escenografía. Aunque el programa seguirá grabándose en las mismas instalaciones del año pasado, se han hecho adaptaciones importantes.
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“Nosotros sabemos que ellos aman ‘la terraza’, entonces sí, se va a dar la terraza para ciertas estructuras o juegos, sobre todo de altura. Y en cuanto al estudio, se han hecho cambios que nos tienen súper emocionados. Ya ansiamos estrenar para poder también estrenar ese espacio, y divertirnos con todo el público en las noches, ya no en las tardes” confirma Valdez.
Nuevo horario y estructura del programa
El cambio de horario es otro de los puntos fuertes de esta temporada. Pasar a las 20:00 marca una nueva etapa para el formato y para los conductores. “Desde el inicio, lo que buscábamos era el horario de las 20:00. Para nosotros es un sueño cumplido que se haya logrado, porque sabemos que es una gran oportunidad, y sobre todo, era lo que el público también estaba deseando desde la primera temporada. Así que para nosotros es un golazo”, afirma Valdez.
Respecto a la estructura del programa, se mantendrá la base de doce combatientes, pero con algunos ajustes. “El formato de las 12 personas es algo que caracteriza siempre a Combate, eso sí se va a mantener. Pero como también dijo Emi, van a haber sorpresas y modificaciones que ustedes van a ver a las 8pm... dejen de preguntar”, bromea Scavone.
¿Habrán combatientes de temporadas pasadas?
Una de las novedades será el regreso de rostros conocidos. “Vamos a tener combatientes históricos. Es chévere porque es una mezcla de nuevos rostros y de los combatientes que el público sigue recordando y quiere ver nuevamente”, dice Valdez.
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Entre los rumores más fuertes en redes sociales, se ha hablado del posible regreso del Pollo Bryan y Stephanie Ronquillo, dos figuras icónicas del programa.
Sin embargo, ni Valdez ni Scavone tienen confirmación sobre esto. “En realidad, ni siquiera nosotros sabemos. Combate está lleno de sorpresas, no solo para el público, sino también para nosotros. Inclusive en esta ocasión, nos dijeron que hay cosas que no nos iban a comentar de primera instancia para que también nosotros nos sorprendamos al aire y vivamos esa experiencia chévere con el público. Que todo sea más orgánico, más real”, cuenta Valdez.
Carlos y Emiliana están más que listos para esta nueva aventura
Sobre su preparación como presentadores, ambos coincidieron en que, aunque hay más seguridad que el año anterior, los nervios siguen presentes. “Siempre van a haber nervios. Los mensajitos que nos escribe el público nos llenan de motivación, de amor. Cada vez que me dicen ‘ya queremos que sea el 7’”, expresa Valdez.
“Esta vez hay más confianza. Me he estado preparando, viendo formatos internacionales parecidos, incluso viendo nuestros programas del año pasado para ver en qué se puede mejorar”, agrega.
Scavone ha enfocado su preparación en técnicas más específicas. “Lo importante de esta dupla es que pensamos igual. Es increíble escucharla porque piensa como yo, y nada de esto está libreteado. Cada uno se ha preparado por su lado. Yo he estado estudiando oratoria, improvisación, he tomado talleres de expresión corporal, incluso teatro. Todo eso ayuda a la animación. Al final, uno va recogiendo herramientas y las adapta a lo que necesita. Me metí en todo este tema de improvisación, y ha sido un semestre de bastante aprendizaje. Todo lo que haces en formación suma y se nota cuando estás frente a la cámara”.
Dinámica con el público y los combatientes
Ambos conductores coinciden en que una de las claves del formato está en la relación cercana con los televidentes y por supuesto con los combatientes.
Uno de los mayores desafíos para Valdez fue adaptarse a la parte del reality, especialmente al tratar historias personales. “Pensaba que lo difícil iba a ser narrar, pero fluyó naturalmente. Lo que me costó un poco más fue el reality. Tenía una perspectiva diferente. Al inicio, pensaba que si hacía una pregunta podía ser invasiva o indelicada, porque nosotros estamos con ellos todo el tiempo, los queremos. Pero después entendí, con la guía de nuestras jefas, que no se trata de incomodar, sino de ayudar a contar historias con respeto. Que el público pueda llevarse un aprendizaje de lo que pasa en el programa” concluye Valdez.
“Te lo juro por mi vida, no es por nada, pero siento lo mismo”, dice Carlos. “Sabemos que es un programa de competencia, pero también es un reality. Las historias deben contarse. Los chicos, cuando vienen, saben eso. Lo importante es que lo manejemos con respeto, dejando siempre una reflexión o una enseñanza” finaliza el Scavone.(E)