Fue escogida Señorita Simpatía en su colegio por voto popular, y desde pequeña imitaba en su casa a la puertorriqueña Iris Chacón, sacudiéndose al ritmo del mambo. Mariela Viteri siempre supo que era carismática y que había nacido con el “show en las venas”; aunque en más de una ocasión, según admitió en una entrevista reciente con La Revista, se sintió incomprendida.

Yo era la ridícula de la casa”, recuerda sonriente —vía Zoom— con un alboroto gestual que parece revivir sus travesuras infantiles. “También me enamoré de los Menudo, y yo solamente quería pasar escuchando música. Y creo que esa pasión, en esa época, era difícil de interpretar para las personas, y decían: “¿Y esta niña?, ¿de dónde salió?, ¿por qué es así?”.

La televisión y las luces de los escenarios lucían como aspiraciones inalcanzables, más en una época sin redes sociales y con las cámaras y los micrófonos apuntando solo a pocos escogidos que lograban destacarse en la pantalla chica y en las radios del país.

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Desde que inició su carrera, Mariela ha podido compartir con grandes estrellas, entre ellas, Myriam Hernández, Ricky Martin, Ricardo Montaner, Rafael de España, Gloria Estefan y Alberto Cortez. Foto: Cortesía

“Yo mido 1,61 m y veía que las personas de la televisión eran misses; realmente no me sentía la gran cosa. Así que me inscribí en la carrera de Trabajo Social en la Universidad Católica de Guayaquil”, relata la comunicadora que el mes pasado se alzó con un premio ITV a mejor locutora de variedades. “Pero entrar en el área de la comunicación fue totalmente la mano de Dios. Un día en que me quedé de año en mi carrera, porque tenía baja asistencia por irme a Bahía de Caráquez (su ciudad natal), fue el mismo día en que me llamaron por teléfono para hacer el casting para el segmento de Aplausos en Telecentro (hoy TC Televisión). Y el resto ya es historia. El primer día que estuve en el plató me sentí ¡wow!; se me transformó la vida”.

Aunque su camino como comunicadora le permitió aparecer en varios canales, entre ellos Cabledeportes, Ecuavisa y Teleamazonas, su momento de estrellato llegó con Simplemente Mariela, su programa de entrevistas en TC, tipo late night show, en el que tuvo como invitados a las celebridades del momento.

Del archivo, 2008. El actor cubano-americano William Levy y la actriz mexico-argentina Christian Bach en el espacio Simplemente Mariela. Foto: Archivo

Esos años permanecen en su memoria como un tiempo lleno de glamur, pues considera que pudo experimentar y ser parte de los talentos en el mejor momento de la televisión ecuatoriana. Su espontaneidad, carisma y personalidad extrovertida la habían llevado a liderar la audiencia televisiva, mientras que en la radio (comenzó a locutar en 1995) se ha destacado con su voz ronca tan poco convencional.

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Me salían unos gallos horribles, y todavía me salen muchos gallos cuando hablo. Y en ese tiempo sufría por ese tema. Ya me iban a despedir por mis gallos (en la tele), pero entonces dije: ‘No, no me pueden despedir por esto’. Sé que no soy tan buena, porque nunca había aprendido a estar frente a un micrófono, pero le puse más ahínco, más ñeque, y salí adelante”. Hoy, automáticamente pone voz de locutora hasta para enviar un mensaje de voz por WhatsApp. No puede evitarlo.

El recibimiento de Chayanne

Entre sus asignaciones como periodista, en cierta ocasión tuvo que viajar a Miami para una entrevista con Chayanne, quien la recibiría en el edificio de Sony Music. En ese momento, Mariela estaba embarazada de su segundo hijo, Ricardo, y también viajó acompañada de su hija Marielita, entonces una niña.

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Con mucha honestidad, Mariela admite que ingresó a la casa disquera sintiéndose como el personaje confundido de una telenovela que entra a una mansión por primera vez. “Era como María la del Barrio, tal cual”, comparte. “Estaba un poco perdida en ese edificio, preguntando por mi entrevista con Chayanne; hasta que alguien bajó las escaleras con una gran sonrisa, como saltando, y me dijo: ‘¡Yo conozco a Chayanne!’. ¡Y era Chayanne!”.

Con gran amabilidad la condujo a la sala donde harían la entrevista, y hasta le dijo que su bebé significaba suerte. Luego le pidió permiso para tocar su barriga y recibir algo de esa buena fortuna. “Me pareció tan lindo, porque por lo general los artistas suelen ser unos divos, y en cambio él tuvo una actitud tan linda conmigo. Me robó el corazón para siempre, y sigue siendo una persona a quien admiro, porque tiene una vigencia linda, con un buen comportamiento como ser humano”.

Entre los famosos que se le escaparon menciona a Luis Miguel y a Shakira, quien contactó a Mariela un domingo y ella le pidió reagendar la entrevista para el lunes, pero la cantante colombiana no se presentó. “Es mentira que no quise recibirla, pero era domingo: lo que hice fue querer coordinarlo, pero al otro día no fue”, recuerda entre risas un poco culpables. “Pero luego sí la vi, la saludé y estuve con ella”.

Además, ahora le encantaría conversar con la colombiana Karol G y la brasileña Anitta.

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‘Nunca podría ser una sugar mami’

Aunque guarda en su memoria esas anécdotas, Mariela no vive en el pasado, y ahora apunta toda su creatividad para producir nuevo contenido diario para su programa radial, que se transmite de lunes a viernes desde las 10:00 por Radio Fuego (106.5 FM en Guayaquil); también dirige la revista que lleva su nombre, actualiza su sitio web y graba para su canal de YouTube: Mariela TV. Entre sus planes a corto plazo está incorporar a más personas para que se sumen como rostros a este espacio de entretenimiento y variedades.

Cuando mi programa salió del aire, a principios del 2011, se sintió como un divorcio; me dolió muchísimo, me rompió el corazón”, confiesa. “Pero rápidamente me di cuenta de que la Flaca Guerrero estaba teniendo muchísimo éxito con su Twitter en ese momento, y entendí que era cuestión de moverse, y decidí transitar estos otros modelos de comunicación. Y es increíble el impacto y el alcance que se pueden tener ahora”.

Su cuenta Instagram supera hoy los 700 mil seguidores y 200 mil suscriptores miran su canal en YouTube.

Mariela se adaptó rápidamente a la dinámica de las redes sociales para seguir en contacto con su público. Foto: Cortesía

Sus hijos son el empuje para continuar buscando y creando nuevas oportunidades como comunicadora. “Ellos son mi motor, y hasta la fecha vivo para ellos. ¡Por eso nunca podría ser una sugar mami!”, dice riendo. “No le daría dinero a nadie; todo es para ellos”.

En defensa de la prensa rosa

Ser una estrella de televisión también la colocó en el ojo público y la expuso a las mismas preguntas y miradas indiscretas de otros periodistas. “Pero si tú te has decidido a ser un personaje público no puedes pretender que no digan nada de ti, pues eso es ilógico”, afirma con la seguridad que la acompaña a sus 53 años.

Además, cree que las controversias pueden darse en otros géneros periodísticos, que no es algo exclusivo del periodismo de farándula. “Es verdad que es un gremio que no está bien visto, debido a ciertas personas. Y rescato a quienes hacen farándula con una buena investigación y sin meter en problemas a nadie y sin inventar. Pero, si te pones a ver, puede pasar en cualquier género periodístico, hasta en política, porque hay quienes viven de hacer chisme político (…), y no porque no hagan farándula quiere decir que no sean igual de chismosos”.

Lejos de toda polémica y con ese carisma inagotable, Mariela continúa encendiendo su micrófono radial todos los días para ‘hacer contacto’ con sus oyentes, mientras se reinventa. “Me muevo con el tiempo; soy una persona que puede mutar, que puede modificarse y que puede evolucionar, y me gusta estar vigente”.