A diferencia de la casa real inglesa, en Dinamarca, la monarquía cuenta con un amplio apoyo de la comunidad. La reina emérita Margarita II, su hijo, el ahora proclamado rey Federico X, gozan de un creciente respaldo que se ha verificado en sondeos, sin embargo, Mary es quien ha conquistado el corazón de los daneses desde su aparición en la escena pública.