La ecuatoriana Adriana Peralta arranca cada jornada a las 08:00, preparándose para salir en vivo en un nuevo reto profesional: Código Rojo, el segmento informativo que se transmite dentro del matinal Noticias de la Mañana por RTS, de lunes a viernes a las 09:30 a. m.
Junto a la periodista Roselena Vásconez, su compañera de fórmula, conduce un espacio dinámico y flexible de noticias con el que conceptualiza actualidad y noticias de sociedad. “Estoy muy emocionada, honrada y también consciente de la gran responsabilidad que conlleva estar al frente de un espacio informativo. Lo asumo con humildad y compromiso, porque cada palabra que uno emite tiene un peso y llega a una audiencia que espera ser bien informada”, dice Adriana, con una claridad que refleja su experiencia.
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Su camino
Desde hace siete años forma parte del equipo de RTS, donde ha pasado por distintas etapas: fue reportera, presentadora en reemplazos, y hoy se une como uno de los talentos principales del canal. Recuerda con gratitud los primeros momentos en que sus compañeros más experimentados le abrieron las puertas.
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“Desde el inicio me sentí acogida. Profesionales como Roselena o Luisa Delgadillo me recibieron con generosidad, sin celos ni barreras. Eso me marcó”, afirma la comunicadora.
Graduada en Periodismo Internacional por la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) y con una maestría en Comunicación Política por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Adriana aprovecha cada oportunidad de crecimiento. Mientras estudiaba, realizó pasantías en medios como Vistazo, Teleamazonas, El Telégrafo y Radio Centro.
Además, su formación va más allá de lo académico. Desde pequeña se forma en actuación en instituciones como el Teatro Centro de Arte, la Casa de la Cultura y, más adelante, en el Estudio Pulsen. Esa experiencia artística, dice, le aporta naturalidad frente a las cámaras y mayor sensibilidad para narrar. “Siempre me gustó estar en contacto con la gente. La actuación me ayudó a tener un mejor desempeño en la televisión”.
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Hoy, en Código Rojo, se muestra cómoda con un formato más conversado, que combina enlaces en vivo, denuncias ciudadanas, notas virales y casos de alto impacto social. “Es un espacio muy humano. No hemos dejado de tratar temas fuertes, solo que ahora contamos otras historias, virales internacionales y denuncias desde distintos sectores. Es un programa variado, estructurado y con mucha interacción con la audiencia”, explica. Y aunque ahora está frente a cámaras, Adriana no ha dejado de ser reportera.
Cada tarde vuelve a las calles para seguir haciendo periodismo desde la fuente. “Me encanta salir, investigar, contar historias. Sigo siendo reportera y me siento viva en esa trinchera. Me gusta que la gente tenga acceso a información que le permita formar criterio propio”. expresa.
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Adriana reconoce que Código Rojo se construye en equipo, con una coordinación constante liderada por Mariuxi Padilla en la dirección de noticias, Roselena Vásconez como productora de contenido y Mario Naranjo en la realización. “Tenemos un grupo increíble, comprometido con el contenido. Desde el día anterior nos organizamos, hay una planificación minuciosa. Es un trabajo grupal que se hace con pasión y se nota en pantalla”afirma la periodista.
Su familia es, como ella dice, su base emocional. La han apoyado desde sus primeros pasos en el teatro, y hoy celebran con ella cada logro profesional. “Ellos son mis fans número uno. Desde siempre están ahí, tomándome fotos, viendo el programa, dándome sugerencias. Mi mamá me manda mensajes cada día, me comenta, me corrige, me aplaude. Ese cariño es invaluable para mí”comenta.
Por ahora, se enfoca en consolidar su lugar en RTS y aportar al crecimiento de Código Rojo. “Este canal ha sido una escuela para mí. Me ha dado oportunidades enormes y quiero seguir dando lo mejor desde aquí. Si en algún momento se abre una puerta internacional, bienvenida sea. Pero hoy quiero seguir construyendo aquí en el país, que amo profundamente y aprovechar al máximo esta oportunidad que me han brindado el canal y si está dentro de los planes de Dios una oportunidad afuera, sí, la tomaría”.
De cara al futuro, Adriana tiene claro que quiere seguir creciendo. Sueña con realizar un documental sobre la identidad de Guayaquil, una ciudad a la que observa con mirada crítica y sensibilidad social. También desea estudiar una segunda maestría, esta vez en producción televisiva, otra de sus pasiones y retomar sus clases de francés, las cuáles no pudo culminar en su tiempo. “Me encanta aprender. Todo lo que me permita contar mejor una historia o ampliar mis horizontes, lo quiero hacer”, finaliza. (E)
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