Si te pones en frente de un espejo, ¿Cuáles son las primeras palabras o pensamientos que llegan a tu mente? ¿son críticas constructivas o ataques para socavar tu seguridad? ¿te hablas a ti mismo como a las personas a las que más quieres? Para que las respuestas a estas interrogantes reflejen un autoconcepto positivo -en los distintos aspectos de la vida- la autoestima debe ser fuerte. Para lograrlo, hay que trabajar en ella a diario, cuidar nuestra salud mental y emocional de forma constante, similar a proteger una planta de las variaciones del clima y plagas externas que debiliten su raíz e impidan su crecimiento.

Es justamente la autoestima, el tema central de Cuídate para crecer, 100 herramientas psicológicas para desarrollar la autoestima que mereces del segundo libro de la española Ana Pérez, reconocida en las plataformas digitales como Nací dramática, quien en días pasados visitó Ecuador para presentar su publicación.

Diario EL UNIVERSO conversó con la autora y psicóloga sobre el contenido de su obra en la que ofrece pautas para aprender a regular la voz crítica, escuchar nuestro cuerpo y a priorizar lo que realmente importa.

Publicidad

“Cuando yo escribí estos dos libros (el primero se titula Terapia para llevar) quería que tuvieran que ver conmigo y por tanto tenían que ser bonitos, es decir que tuvieran ilustraciones que te ayudan a entender el contenido. Mi objetivo es que la persona que lea el libro se identifique. Yo quise juntar la psicología con la escritura porque quería hacer llegar sobre todo a la gente joven, herramientas que antes no han hecho un proceso terapéutico, y los libros son una buena forma de empezar”, sostuvo. “A veces no sabemos que estamos mal, hasta que lo lees o le pones nombre y reconoces, y te permite que no te sientas solo”, agrega.

En la portada del libro se grafica una planta con el titular Cuídate para crecer, ¿deberíamos cuidar nuestro autoestima de similar forma como a una planta?

La autoestima es ser capaces de reconocer el valor que tenemos nosotros mismos, independientemente de lo que consigamos o lo que digan los demás, ser capaces de que aunque tengamos una mala época o que los planes no nos vayan como gustarían, saber que tenemos un valor propio e intrínseco, ese es el fin mismo, querernos independientemente de lo de afuera.

Hay muchas formas para trabajar la autoestima, al final dependiendo del nivel en el que la tengamos, nos vamos a relacionar con los demás de una forma u otra, vamos a conseguir metas, en el caso de tenerla alta, se conseguirán de forma más fácil porque vamos a tener una autoconfianza más elevada, por eso la autoestima está relacionada con muchas cosas y siempre se debe partir de la forma en la que nos hablamos, al crítico interno que tenemos, podemos bajarle el volumen y podemos simplemente escuchar nuestras críticas de una forma más constructiva ya que nunca le hablaríamos a nadie, como nos hablamos a nosotros mismos.

Publicidad

A la hora de relacionarnos debemos ponerle límites al resto, que está muy relacionado con la autoestima, porque al hacerlo estamos reconociendo lo que nosotros queremos, lo que nosotros perseguimos, lo que nosotros necesitamos, a diferencia de siempre complacer al resto y ponerlos por encima de nosotros.

Sobre la voz compasiva interior, ¿De qué forma podemos conectarnos con ella para su volumen sea más alto que la voz crítica?

En terapia siempre trabajamos, de verlo como una dualidad. Tenemos una voz crítica que debemos humanizarla, ponerle cara y nombre y decir: igual que tengo una voz crítica también tengo una voz buena, que no está sola. Entonces, ser capaces de reconocer que cuando aparece mi voz crítica, que le responde mi voz compasiva.

Publicidad

La autocrítica constante puede afectar la percepción que se tiene de sí mismo. El crítico interno funciona como un contador que solo registra lo que le interesa: los fallos y no contabiliza lo que hacemos bien, nuestros logros o habilidades.

Así funciona la voz crítica:

  • Nos compara con el resto.
  • Su exigencia es muy alta.
  • Es adivina.
  • Forma parte de nuestra identidad.

Asegura en el libro que el perdón está vinculado con la autoestima, ¿de qué forma?

Está súper ligado porque cuando no perdonamos a las personas que nos han hecho daño, realmente estamos manteniendo un vínculo con ellos y al final tenemos una carga, como llevar una mochila con todos esos rencores, palabras por decir y todo eso nos hace mucho daño.

Hay muchas personas que creen que perdonar es querer volver a hablar con quien te hizo daño, dejar todo en el pasado y perdonar. Pero perdonar es simplemente cortar ese vínculo y empezar con una nueva perspectiva. Perdonar es un acto de amor propio, te perdono pero lo hago por mí, no por ti. Esa es la idea.

Publicidad

Actualmente hay varios personajes mediáticos que han anunciado su retiro o alejamiento de redes sociales, por cuidar su salud mental, ¿a qué se deben estas situaciones?

Hay muchísimas razones, primero porque es una fuente de distracción increíble, es una fuente de comparación constante, al final seguimos muchas cuentas en redes sociales y normalmente seguimos cuentas ideales que no representan para nada a la persona de a pie que vemos todos los días en la calle. Al final estamos todo el rato comparándonos.

Cuando vemos una storie, foto o post en Instagram, se está subiendo cinco segundos de su día, que son elegidos, y que son los cinco buenos o que ha organizado para que así sean. Eso no es una realidad, es la realidad que la persona ha elegido para compartir. Y cuando estás triste en casa y no has salido y te metes a las redes y ves que todos están haciendo planes, pero también hay millón gente que como tú, solo que ellos no te salen. Se ha relacionado mucho la cantidad de likes con el valor personal y si tengo menos, soy menos y esto tiene un impacto en nuestra salud mental pero no conocemos la magnitud.

Hablar de la salud mental se ha vuelto una necesidad social, ¿A qué se debe esta nueva realidad?

Se han dado muchos cambios a nivel de salud mental, cada vez se normaliza más estar mal, se castiga menos el demostrarlo, se normaliza más ir al psicólogo, que a los psicólogos nos hace muy feliz. Todo esto a raíz de la pandemia, y ha sido bueno -en ese sentido- para poder normalizar los problemas mentales y cada vez hay menos tabús porque al igual que te duela una parte del cuerpo y vas al doctor, también se lo hace en el plano mental.

¿Cómo lograr que una persona que prefiere mantener en reserva sus sentimientos se abra para poder ayudarle?

La mejor forma es dándole el ejemplo nosotros, es decir, si eres una persona que tiene normalizado ir al psicólogo, transmitírselo. Conversarle cómo es ir a terapia, porque no lo vamos a cambiar diciéndole que lo haga, pero sí podemos lograr que se abra, al compartirle lo que hacemos y cómo nos ayuda ir a terapia.

Cinco señales para reconocer que no trabajamos en nuestra autoestima

  • Cuando hace una lista de prioridades del día, y en ella no estás presente o un espacio para dedicarte tiempo a ti.
  • La forma en la que te hablas: insultos y /o críticas.
  • Si te cuesta definir tus objetivos porque crees que no los vas a conseguir y/o lograr.
  • Tiene vínculo con el cuerpo: cuando no aceptas tu cuerpo y siempre piensas en ocultarte.
  • Comparación social constante: pensamientos negativos.

El libro Cuídate para crecer se encuentra en Mr. Books. Costo $ 16,50. (I)