Algunos llevan sus versos tatuados en la piel, otros usan sus poemas sonorizados para hacer sus propios videos o simplemente escucharlos en medio de un tráfico vehicular; quizás muchos coincidan en que sus escritos han sido de ayuda personal, ya sea para tomar una decisión, dedicar a alguien o solo interiorizar algo. Lo cierto es que la poesía de Miguel Gane está presente de muchas formas en la vida de sus lectores, algo que al inicio le causaba mucho pudor, pero que ahora le genera “admiración, ilusión, agradecimiento y sorpresa”.