«Entreabro los labios para decir ’esta boca es mía’, pero no sé si soy la que por esta boca está hablando», dice el poema Full reinas, de Sonia Manzano, una de las escritoras ecuatorianas recomendadas por unas de las cuatros voces consultadas por este Diario, en homenaje al Día de la Mujer que se recuerda mañana.

Recomendación literaria: ‘Un amor’, la novela de Sara Mesa que golpea con un lenguaje directo

“Ya sea en la poesía o en la narrativa, siempre destaca su juego semántico; ese juego de palabras que articulan las historias cotidianas y coloquiales de mujeresmujeres que aman, mujeres que odian, mujeres que sufren, mujeres que sueñan… Se apropia de ellas y las envuelve en pasiones, fantasías y delirios, algunas veces con dolor y otras con humor”, opina sobre Manzano María José Félix, directora de Cultura de la Alcaldía de Guayaquil.

Ella considera que la poeta, nominada al premio Eugenio Espejo en el 2020, es una de esas autoras que deben estar bajo la lupa lectora.

Publicidad

El booktuber Rommel Manosalvas recomienda a autoras contemporáneas que en los últimos meses han estado en el radar literario con obras que, según menciona, han desmitificado la imagen femenina. En su lista menciona a Daniela Alcívar Bellolio (Siberia y Para esta mañana diáfana), Natalia García Freire (Nuestra piel muerta), y Gabriela Ponce (Sanguínea).

Portada de libro Sanguínea, editada por Candaya. Gabriela Ponce (i). Foto de Eduardo León.

“Me parece que son escritoras con una sensibilidad brutal para manipular el lenguaje, y esa sensibilidad también deja sitio para el error; el error como una forma también de burlar -por decirlo de alguna manera- la idea o la imagen de lo que debería ser o decir una mujer”, opina el ganador del III Mundial de Escritura.

“En el caso de Gabriela Ponce, por ejemplo, el cuerpo femenino atravesado por los fluidos corporales: la menstruación, la saliva, etc., como una manera de escindir ese imaginario de lo que un cuerpo de mujer debería ser”, añade.

Publicidad

Por su lado, la periodista Clara Medina sugiere a tres escritoras que responden a distintas épocas de la literatura nacional, una de ellas es Alicia Yánez Cossío, autora de obras como Bruna, soroche y los tíos, Yo vendo unos ojos negros, Sé que vienen a matarme, entre otros textos que incluye novelas, cuentos, poemas y literatura para niños. “La mayor y la más prolífica de las escritoras vivas en el Ecuador”, resalta Medina.

Alicia demostró, desde hace muchos años, que es posible hacer una carrera literaria en este país, a pesar de los escollos. De Alicia he leído varias de sus novelas. Recomiendo especialmente La casa del sano placer. Pienso que es una obra irreverente, lúdica, crítica, que se deja leer con deleite. Es una buena forma de ingresar a la literatura de esta autora”, añade la también creadora y conductora del programa literario ‘A vuelo de página’ del MAAC.

Publicidad

La obra de Alicia Yánez Cossío es el centro de charla.

A su recomendación añade a Gilda Holst, quien dice Medina, comenzó a publicar a finales de la década de los 80. “En su narrativa hay una voluntad de contar sucesos cotidianos. Los personajes, generalmente femeninos, experimentan situaciones de las que no se suele hablar en voz alta. Hay también humor”, sostiene sobre la autora de libros como Más sin nombre que nunca, Turba de signos, Dar con ella, Bumerán, entre otros.

“Quizá en la actualidad sea difícil encontrar sus libros. La buena noticia es que la editorial guayaquileña Cadáver exquisito ha reunido y editado su obra completa y pronto estará disponible para el público”, indica Medina.

Menciona también a Sabrina Duque, quien recientemente lanzó su libro de perfiles Necesito saber hoy de tu vida. “Son hermosas historias, muy bien contadas. Sabrina nos muestra y demuestra que la literatura no solo es la ficción”, afirma.

“Cuenta la realidad con herramientas literarias. En su galardonado libro de crónicas, titulado VolcáNica, habla de Nicaragua, su país actual de residencia”, agrega Medina.

Publicidad

Sabrina Duque, autora de 'Volcánica'; con Debate/Penguin Random House. Foto: Cortesía

Finalmente Medina añade a dos autoras impredecibles, que considera, han logrado despertar el interés de lectores y editores de muchas latitudes. Ellas son Gabriela Alemán y Mónica Ojeda.

Poso Wells, de Gabriela Alemán, me parece una historia contada de manera efectiva, hilarante y crítica, con una mezcla de muchos recursos y géneros literarios. Es un buen ingreso a la producción de esta autora. Aunque también podría ingresarse por la novela Humo o por el libro de cuentos La muerte silba un blues”, dice.

“De Mónica Ojeda puedo decir que su literatura no es para lectores convencionales que andan en busca de una historia convencional. La suya es una obra bastante perturbadora, que explora temas y situaciones siempre inquietantes. Causa conmoción en el lector. Una conmoción que se agradece”, sostiene sobre Ojeda.

La guayaquileña Mónica Ojeda es la autora de Las voladoras, bajo el sello editorial de Páginas de Espuma, de España.

En tanto, Ángel Emilio Hidalgo, jefe de la Biblioteca Municipal, manifiesta que hay que leer a Aurora Estrada y Ayala, una poeta modernista, que argumenta, participó activamente en el movimiento de poesía de vanguardia en el Ecuador.Ella fue una de las pioneras junto a figuras como Hugo Mayo, José Antonio Falconí Villagómez, Jorge Carrera Andrade, entre otros”, señala el historiador.

Además nombra a la también poeta Ileana Espinel Cedeño, autora de Generación huracanada, Diríase que canto, Tan solo 13, entre otras obras. “Sus textos neo simbolistas de hondo lirismo la consagraron como la más importante poeta ecuatoriana de la segunda mitad del siglo XX, desde su aparición pública en 1954, junto a sus compañeros del Club 7 de Poesía, entre los que figuraba el gran poeta David Ledesma Vásquez”

Poeta Ileana Espinel Cedeño

Finalmente, suma a su lista de recomendaciones, a la narradora y poeta María Paulina Briones. “Por su inusitada fuerza expresiva en la configuración de un lenguaje de significados abiertos”, sostiene sobre la autora de Tratado de los bordes o cercenación del estero, libro con el que ganó el premio Ismael Pérez Pazmiño de Poesía, 2016. (I)