La agrupación guayaquileña Persé (@persemusic) inició mucho antes de la pandemia la producción de un álbum que buscaba mezclar el rock con sonidos mucho más digeribles, sin dejar de lado la energía y visceralidad del mencionado género musical; sin embargo, distintos factores dilataron la publicación de este trabajo.

Disponible en todas las plataformas de distribución digital desde el pasado viernes, luego de más de cinco años, logra ver la luz Ruidos blancos, un recopilatorio de temas como Sombras, que empezó su difusión allá por el 2017, hasta unos nuevos que terminaron de moldear el sonido y la identidad de la banda, como Deshoras, Prisma y La última canción.

Diego Zaldumbide (voz, guitarra), Carlos Alberto Torres (guitarra), Roberto Zaldumbide (bajo) y Pedro Crespo (batería) fueron los encargados de componer e interpretar en estudio las melodías que contaron con la producción de Pablo del Pozo y Pedro Vargas, integrantes del sello El Sótano Records.

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En lo que a sonido respecta, hay una notoria distancia temporal; algunas de las canciones se sienten más modernas que otras, pero eso no resta méritos. La mezcla es excelente, ya que cada instrumento tiene su propio espacio, resaltando las guitarras y bajos que cuentan con una apabullante presencia y ciertos riffs muy pegajosos.

Persé presentará Ruidos blancos el próximo 18 de marzo en la Sala Experimental del Teatro Centro de Arte, a las 20:30, junto con Naranja Lázaro y The-Xy, bandas de rock que abrirán paso al espectáculo principal.

Desde hace un tiempo existe el debate en la ciudad sobre si el rock sigue vigente o está relegado y olvidado. Artistas como Persé y algunos otros luchan por mantenerlo con vida y ponerlo al nivel de distintos estilos y géneros musicales que cuentan con más seguidores y difusores. Más allá de un tipo de música, el rock sigue siendo esa forma de ver las cosas y la actitud transgresora que se interpone ante las adversidades.