Este sábado 6 de julio, a las 18:00, la intérprete puertorriqueña Olga Tañón traerá a Guayaquil su Tour Electrizante 2024, a la explanada del Palacio de Cristal. Ella promete que a Ecuador traerá también su música de toda la vida, en un concierto bailable al que se suma la nueva producción de la Mujer de fuego, Así yo soy.
Así yo soy tiene una vibra muy positiva, con temas como el enérgico Vamos a ser feliz, con Christian Alicea, pero también tiene su momento dramático, como ocurre con la balada No sé quién soy, con Lenier Mesa.
“Cuando Leni me la propuso a mí me encantó, es la situación de muchas muchas parejas que aunque están juntas, no saben ni por qué, ¿entiendes? No es mi caso”, aclara enseguida, “pero ha tenido mucho éxito esa canción”.
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Rápidamente, Tañón vuelve a hablar de la variedad de ritmos, que incluyen el vallenato Enséñame, que canta junto con la estrella del vallenato Jorge Celedón y Lenier. Con Sergio Vargas interpreta la versión merengue de Escondidos.
Pero también se ha dado tiempo para colaborar con Elder Dayán Díaz en Pasarla bonito, y para responder a Eddy Herrera (intérprete de Ajena, 2001) en la canción Ya no soy ajena.
“Una de las cosas lindas es Escondidos, grabado con Sergio Vargas, algo que yo quería desde hace muchísimos años. Lo conozco hace más de 30 años y nunca habíamos grabado nada, pero se nos dio esta versión”.
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Tañón, quien tiene ya tres décadas como solista, cree que ha “cubierto todas las esquinas del amor” en su repertorio. “Tengo canciones tanto alegres como de despecho. Las mujeres a las que no les gusta lo que les están haciendo tienen un Basta ya, Mi eterno amor secreto, Bandolero, Es mentiroso, Muchacho malo, Que se vaya de mi vida…”. Pero no solo canta para las mujeres. “Yo hago shows para toda la familia”, asegura.
¿Se murió o la mataron? ‘La música tropical está renaciendo’, dice Olga Tañón
Y en cuanto a las jóvenes promesas del género tropical, habla muy bien de Christian Alicea, a quien considera un salsero innato. “Hay muchos jóvenes haciendo música tropical y estoy sumamente feliz por eso”, dice, y destaca entre otros nombres el del percusionista y productor peruano Tony Sucar y a la compatriota de este, la salsera Daniela Darcourt. “Qué bueno que estén apostando”.
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Esto le da argumentos para responder a quienes le comentan que la música tropical “se murió o la mataron”, haciendo referencia al enorme momento que vive en la industria el género urbano. “Lo tropical viene del folclore de un pueblo y eso nunca se va a morir, está renaciendo”. No por eso desestima el gusto popular. “Si te gusta (lo urbano), está bien, está pegado, está chévere”, pero hay que aceptar las diferencias.
Una de ellas es que el artista tropical llega a la fiesta con su orquesta, con sus músicos. En el caso de Olga, ella los llama la “ganga de la Tañón”, y también trae su potente voz, la cual, considera ella, está en uno de los mejores momentos. “Es que me atrevo a hacer muchas más cosas, fíjate. A veces la gente piensa que uno se descubre en la juventud. No. Te sigues descubriendo con el paso del tiempo y te das cuenta de la capacidad vocal que sigues teniendo si te sigues atreviendo, que es lo más importante”. Y para eso el artista cuida de su instrumento. “No soy de amanecerme. Hago todo lo posible por darle cariño al cuerpo”. Hace ejercicio y corre para mantenerse vigente. “Elegí cantar y bailar al mismo tiempo, entonces siempre estoy haciendo ejercicio”.
Una de esas cosas que se atrevió a hacer quedó inmortalizada en la historia de la televisión, aunque fueron unos minutos. En 2001 estaba afianzando su carrera musical cuando tuvo una oportunidad única: apareció en el episodio final de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea, en la boda entre Beatriz Pinzón y Armando Mendoza. Ella cantó en la ceremonia, acompañada al piano del compositor y cantante mexicano Armando Manzanero. “Fue un privilegio, uno de los recuerdos más lindos que me quedan”, dice la madre de tres hijos, de 28, 20 y 17 años.
Autenticidad, respeto y premios en la carrera de Olga Tañón
Su impresión de Ecuador es de un público cariñoso que la ha tratado con respeto. “¡Y se come más rico!, me encantan los bolones, se parecen mucho al mofongo con chicharrón boricua. Siempre trato de estar en los desayunos para comer mi bolón”.
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¿Qué necesita un artista para ser respetado? “Tú no puedes exigir lo que no conoces y ni lo que no entiendes. Si quieres que la gente haga bien su trabajo, tú también. Si quieres que tu equipo de trabajo llegue a una hora, tú también”. En cuanto a la preparación, recomienda seguir nutriéndose de las tendencias en toda la industria: composición, música, producción, no quedarse estancados.
Y su otro secreto es estar cómoda. Confiesa que en la tarima siempre ha hecho lo que le ha gustado, sentirse genuina. No tiene un personaje. “Solo soy Olga con brillo”, dice aludiendo a los trajes que usa en el escenario. “Soy la misma. La gente me dice: ‘Pero tú hablas igual, eres igual, lo único que te falta es andar con un traje de brillos en la casa todo el día’”.
Es, además, una artista prolífica. Recién sale Así yo soy, pero tiene otro disco ya completo y en reserva (será el número 24), y muchísimos temas grabados que esperan el momento de salir a la luz. Es dueña de un récord Guinness como la única artista femenina tropical con 28 sencillos en el top 10 de las listas Billboard.
En el show de este fin de semana estarán, como artistas invitados, la Show Band de Ricardo Bolaños y el DJ Chiki. Electrizante llega a Ecuador como parte de las celebraciones de los 40 años de la empresa guayaquileña Difare, con el respaldo de Visa Banco Internacional. (E)
