* Atención: contiene spoilers

Han pasado más de 20 años para que los fanáticos de Yo soy Betty, la fea (1999) podamos ver lo inimaginable en Betty, la fea, la historia continúa (Prime Video): el histérico y fúrico Armando Mendoza (Jorge Enrique Abello) reconoce su problema de ira. Y que sus descabellados planes como presidente de Ecomoda traen consecuencias que debe enfrentar legalmente. Si bien hace dos décadas escapó del embargo de Terramoda y las deudas con los bancos, ahora es diferente: en la secuela sus errores se pagan tras las rejas. Así nos encuentra los primeros segundos del capítulo 3 y los últimos del 4.

Armando Mendoza por primera vez se enfrentará a la ley. Debe responder por lo que hizo con el fondo de cesantía de los empleados de la empresa de moda, así como con la venta de sus bodegas, con la ayuda de Saúl Gutiérrez (Alberto Jaramillo) y Mario Calderón (Ricardo Vélez).

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‘Betty, la fea, la historia continúa’, capítulos 3 y 4: Armando finalmente aprende una lección sobre sus emociones y su ira

Mientras tanto, los reflectores están sobre Betty (Ana María Orozco), su recién posesionada presidente. Por un lado, sus compañeras y amigas de toda la vida Bertha (Luces Velásquez) y Sandra (Marcela Posada) están seguras de que ella podrá solucionar el gravísimo problema, pero otros de los empleados desconfían de que habrá un resultado positivo. Ese último grupo está liderado por Hugo Lombardi (Julián Arango), que estrena faceta sindicalista, como Cindy Calixta.

Esta situación una vez más pone a Mila (Juanita Molina) en conflicto con sus sentimientos hacia Betty y su relación complicada. Ella quiere que la prioridad de su madre sea ayudar a su padre Armando (así como lo ayudaba a maquillar los balances, aunque ella no lo sepa); después que se encargue de los problemas de la compañía.

Betty, por su parte, desea la mayor honestidad de su aún esposo y con eso en mente lo visita en la cárcel en busca de respuestas. Pero lo que no tenía en mente es que en los mayores momentos de sinceridad también hay vulnerabilidad y, como reconoce después, cae nuevamente en las seductoras garras de Armando. Es evidente que aún se aman, al menos en cada ocasión él se lo reafirma, aunque ella duda.

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Desde que puso un pie en Ecomoda, y pese a los cambios de cargo (de aspirante a presidente, luego vicepresidente comercial, a director de mercadeo), lo que más hace Ignacio Ortiz (Sebastián Osorio) en su jornada de laboral de 9 a 5 es espiar detalladamente a cada empleado de la firma, a lo every breath you take, I’ll be watching you... En capítulos anteriores se ha revelado que todo esto es un plan de venganza junto con la familia Valencia, pero en los nuevos episodios se revela que Nacho está mucho más involucrado en los negocios sucios de Armando de lo que todos se imaginan. Y otra vez, todo por las pésimas ideas de Mario que siempre tiene a la mano para su amigo expresidente. En este sentido se nos presenta un nuevo personaje: don Pascual (Carlos Camacho), el ‘papero’.

En todo caso, al parecer las actividades espías estarán por lo pronto en pausa. Mila descubre una de las cámaras instalada en la laptop de Jeff (Jerónimo Cantillo) y para desviar la posible atención hacia él, Nacho culpa a Armando de la instalación de las dispositivos escondidos. Con esto pone en alerta a todo el personal de que han sido grabados. En una muy divertida secuencia de imágenes, sonando de fondo Atrévete-te-te (Calle 13), se observa todo lo que han hecho y creían que nadie se iba a enterar nunca: Sandra de seducción con una modelo; Hugo con su ‘colágeno’ de turno (otro modelo), Bertha, que supuestamente ahora es consciente de su alimentación, saturándose de comida chatarra y golosinas. Y lo que se estaba cociendo a fuego lento: el remember de Patricia (Lorna Cepeda) y Nicolás (Mario Duarte).

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Por supuesto, la accionista Marcela Valencia (Natalia Ramírez) no quiere que se disponga el dinero de Ecomoda para la fianza de Armando, con todos estos antecedentes en su contra. Pero la acomedida abogada Majo Arreaga (Zharick León), ex asesora jurídica de Ecomoda, representante legal de Armando en su divorcio con Betty, su amiga y supuesta confidente, viene a su rescate.

Al parecer a los Mendoza les encanta meterse en problemas y la única hija de Armando y Betty también saborea la prisión. Su estadía es corta, gracias a su propio salvador: Nacho. Hasta el momento, Mila había sido parte de una triángulo amoroso-platónico con Nacho y Jeff, el nieto de Inesita y aprendiz de moda. Pero la joven aspirante a diseñadora de Ecomoda deja claro que sus sentimientos (o deseos) solo son hacia Nacho exclusivamente. (E)