Jorge Enrique Abello se negó inicialmente a volver como Armando Mendoza en ‘Betty, la fea: la historia continúa’, de Prime Video

Con el peso de haber permitido la actual crisis de Ecomoda, Armando (Jorge Enrique Abello) lucha por recuperar su lugar en la empresa y el corazón de Betty (Ana María Orozco). Fiel a su esencia comete muchos errores que abrirán brechas, pero querrá recuperar todo lo que perdió.

Mientras el mundo entero se prepara para reencontrarse con los famosos personajes de Fernando Gaitán, en esta entrevista, el actor colombiano confiesa que tuvieron que despedirse del trabajo de su amigo y libretista para poder darles forma a los nuevos episodios que se estrenan este jueves 19 de julio en Prime Video.

¿Cómo traes el personaje a la vida?

Es que es un personaje difícil porque tiene una pata en la comedia y una pata en el drama, y no puede irse a un lado o a otro porque no tiene máscara (suspiro). Ahora tiene no solo una pata en la comedia y una pata en el drama, sino que tiene una pata en la madurez y una pata en la inmadurez. ¡Ayúdenme! (risas).

¿Cómo se gestó el proyecto de una continuación para la telenovela del libretista Fernando Gaitán, casi un cuarto de siglo después de su emisión original?

La idea vino de un grupo de ejecutivos tanto de Prime Video como del canal RCN, algo que agradezco. Fue un riesgo muy grande que tomaron y eso es importante en esta industria, que gente como ellos tome riesgos. Tuvieron una idea y esa idea se capitalizó hoy en día y tenemos un proyecto muy interesante.

Pensado en una historia que ha funcionado tan bien, ¿para qué volverlo a hacer y que quizá no funcione?

Inicialmente dije que no y durante un tiempo largo me mantuve en esa postura. Primero no quería hacerlo y para lograrlo tenían que cumplirse ciertas circunstancias. Entre RCN Estudios y Amazon lograron poner esas circunstancias sobre la mesa y ya fue inevitable decir que sí, porque hay millones de personas en el mundo que desean volver a sonreír con nosotros.

Sobre Fernando Gaitán, ¿piensas mucho en él con este proyecto?

Fernando no solo fue el escritor de Betty, la fea, también fue uno de mis grandes amigos. Por eso, es inevitable no pensar en él. Pero déjame confesarte algo: para llevar a cabo este proyecto tuvimos que despedirnos de Fernando. Parece duro, pero era necesario. Cuando intentas hacer algo que ya está establecido lo primero que debes hacer es romperlo. Fernando probablemente no habría estado de acuerdo, pero era algo que teníamos que hacer para comenzar de nuevo. Cuando intentas recrear algo que ya ha sido, te das cuenta de que lo pasado, pasado es, no puedes cambiarlo. Pero puedes crear una conversación distinta. Durante estos meses de rodaje, hemos mantenido esa conversación.

¿Cómo afectó el paso del tiempo a don Armando?

En dos décadas pasan muchas cosas, sobre todo cuando estás pasando de los treinta a los cincuenta. (...) Hay amor, desamor, enfermedad, es el momento más crítico de la vida en cuanto al conocimiento. Esa fue toda una labor poderosa para que esa transformación que tuve yo como ser humano también la tuviera él [don Armando]. ¡Bonito, pero poderoso en emociones!

En esta oportunidad, ¿cuál fue tu participación?

Estuvimos también en la escritura, en el cuarto de libretistas como productores asociados durante un año, tratando de ver cómo sería la mejor forma de plantear la historia (...). Trabajamos duro, peleamos, pero como caballeros, lo cual es importantísimo. Entender que tienes que soltar peleas que no ganas, entender que tienes que dar otras a muerte pero con argumentos, saber respetar al otro, es importantísimo y eso fue muy bonito.

¿Qué sentiste ese primer día de rodaje de Betty, la fea?

Cuando comienzo algo es posible que esté de mal humor. No es como decir ‘¡guau, hoy vamos a filmar Betty otra vez!’. Estoy pensando ‘este vestido no me queda bien, el maquillaje...’. Es una preocupación enorme porque todo salga bien. Esa primera escena era con Freddy, el mensajero, quien es un gran amigo, pero cuando lo veo entrar y decir: ‘¡Perdóname, pero discúlpame!’, me tranquilizo un poco. Es como enfrentar una corrida de toros con seis toros y estar solo dentro de la plaza.

¿Cuál es el objetivo en este regreso de la serie?

Volver a hacer reír a la gente, que la gente vuelva a reír.

¿Cuál es el miedo ahora?, ¿crees que van a satisfacer las expectativas con los fanes y seguidores de la historia?

Lo importante ahora es el único miedo que tienes. Como cuando te vas a encontrar con alguien a quien has amado toda la vida y no sabes si en ese abrazo que se darán al reencontrarse, después de muchos años, volverá a surgir la misma química. Yo espero que sí.