El pasado martes 28 de mayo por la noche se estrenó la séptima temporada de Yo me llamo, el reality show que busca al mejor imitador del Ecuador.

Ronald Farina regresa una vez más como presentador del espacio, que se ha convertido en un hogar para él. Pero no lo hace solo, pues en esta edición es acompañado en la conducción por la periodista Fiorella Solines tras la salida de Valeria Gutiérrez.

Las grabaciones del programa empezaron los primeros días de abril, pasaron varios procesos y finalmente arrancaron con su lanzamiento. Así lo relata el ecuatoriano de 44 años en una conversación con este Diario en los estudios de Teleamazonas, canal donde se transmite.

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¿Qué se siente regresar a tu puesto como presentador?

Bueno, al haber estado ya en tres temporadas, siempre asumo que algo de lo que hubo antes va a volver a aparecer, pero creo que cada una es muy especial.

Esta particularmente tiene una diferencia y es que todos los participantes, absolutamente todos, se han estudiado todas las temporadas de Yo me llamo. Y no solo las de Ecuador, sino las del resto de países, y por eso vienen mucho más preparados.

Siento que ya saben qué hacer, qué decir, saben un montón de cosas y, por supuesto, artísticamente están fantásticos.

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¿Cómo es la dinámica con Fiorella, tu nueva compañera?

Con Fiorella nos reunimos siempre una media hora antes del programa. Leemos lo que tenemos de información y lo que intentamos hacer es jugar, hacer una especie de ping pong. Así, ella tiene ciertos datos y yo tengo otros.

Es muy receptiva, es como una esponja y es muy buena. Compaginamos bastante bien y como ella sabe mucho de moda, a veces me dice lo que ella se va a poner para que estemos combinados o me da sugerencias. Está funcionando como un relojito suizo.

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Entonces, dirías que sí hay química entre ustedes...

Yo la verdad no la conocía antes, pero claro, la había visto mucho tiempo en televisión. Nos conocimos acá, pero sí, ha sido una química interesante. Ahora siento que tenemos una amistad que está muy bonita.

¿Cuántos participantes habrá en esta edición de Yo me llamo?

Van a ser 33 en total los que ingresan a la casa, lo que es una variante del año pasado cuando había 32. Estuvo tan difícil la selección que se incrementó un cupo.

Algo diferente además es que habrá duelos entre dos o más imitadores que hayan tenido los tres botones verdes por parte del jurado, si son del mismo artista se van a tener que enfrentar en duelo.

¿Cómo es la relación entre el jurado y los dos presentadores?

En una palabra lo puedo resumir, aquí hay harto bullying. Pero que se entienda que es en el buen sentido. Es más de parte de las mujeres (Pamela Cortés, Érika Vélez y Fiorella Solines), hacia Áxel y yo.

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Nos destruyen todo el tiempo, pero lo aguantamos porque las queremos y porque eso dice en el contrato. No, mentira (risas).

La relación entre nosotros es lo máximo, son tremendas personas llenas de buena onda. Ahora que entró Fiorella sí nos preguntamos cómo se lo tomaría ella, pero desde el primer día estaba muerta de la risa.

¿Cuál será el elemento que el público ecuatoriano disfrutará más del show?

Yo creo que el talento. Siempre el talento, claro. Eso siempre será lo que prime y también ver que hay diferentes nombres a los que ha habido en otras temporadas. Les encantará el programa porque el nivel subió. La gente siempre pide eso y quiere más, el público es insaciable en ese sentido.

Espero que nos vean de lunes a viernes a las 21:00 por Teleamazonas, pero sobre todo que incluyan a la familia. Eso es lo que tenemos como objetivo y es el propósito del canal este año y el anterior: seguir uniendo a la familia ecuatoriana.

Que las familias se reúnan, que los niños dejen el celular por un momento (risas) y que disfruten juntos, porque el programa es muy positivo. (E)