Yudis, una venezolana que dejó su país para emprender la travesía que la condujo a los Estados Unidos, lleva 11 meses con un grillete electrónico en su pierna izquierda. Dice que ha sufrido al sentirse estigmatizada. Pero, su salud, asegura se ha visto afectada por el dispositivo. “Es horrible. Desde que me pusieron ese monitor en el pie, todo mi cuerpo ha cambiado”, afirma.