Le dijeron que no lo podía hacer, que no sería fácil volver a competir después de que su brazo derecho quedó inmovilizado por un accidente de tránsito que tuvo en el 2012. No obstante, Víctor Hugo Castro pasó por un proceso de recuperación física y emocional y se reincorporó de a poco a su entrenamiento y a las competencias de crossfit con el otro brazo, una actividad que lo llevará a su primer mundial en julio, en Canadá.

Obtuvo el segundo puesto en la lista de los deportistas clasificados de Latinoamérica para participar en Wheel Wod, competencia mundial en la que se medirá contra más de mil deportistas que tienen discapacidad física o capacidades diferentes y son de países como España, Polonia, Estados Unidos, Canadá y Ecuador. El evento se desarrollará del 5 al 8 de julio.

La categoría en la que competirá es upper standing RX, RX, es élite. Cuenta que fue seleccionado para la competencia a través de un campeonato en línea en el que debía grabar videos y subirlos.

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“Practico crossfit porque me encanta la adrenalina, me encanta saber que cada workshop me lleva al límite, saber que puedo hacer algo mucho más allá de lo que creo puedo hacer”, confiesa el joven de 29 años.

Víctor practica crossfit desde los 18 años. En la actualidad además de prepararse para el torneo es instructor deportivo en el gimnasio Valkyria, ubicado en Buena Vista Plaza; es uno de los socios accionistas de Valkyria.

Ha dado motivación en conferencias en Colombia, Guatemala, Panamá y dentro del país. Entrena a diario de 13:00 a 15:00 y de 22:00 a 23:00, el resto del día da clases.

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Entre el 2015 y 2016 se destacó en varias competencias. Fue ganador de la media maratón, triatlón y aguas abiertas en Galápagos Challenge y en la triatlón Spondylus Salinas, y el segundo lugar en West Virginia Viking Highlander, Estados Unidos.

Cuenta que el accidente que tuvo impactó su vida. “Cuando ocurrió yo era una persona bastante negativa, conflictiva y pesada, me abrió los ojos de mil maneras tanto humana, como física y psicológicamente. Me dio la oportunidad de volver a nacer para volver a cumplir el propósito”, asegura.

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Su proceso de recuperación fue una etapa de duelo. “Fue una depresión fuerte, fueron 8 meses de silencio, sin abrir la boca para nada. No quería hablar con nadie. Algún día me levanté y empecé a animarme y recapacitar un poco. Ya vi que mi familia estaba cayendo en el mismo hueco de depresión del mío”, recuerda y resalta el apoyo importante que siempre ha tenido de su familia.

Ahora sueña con ayudar a los demás a través del deporte y la motivación.

Cuenta que hay personas que ven sus redes sociales y lo llaman, considera que esa es la forma de devolverle a la vida. “Lo hago dando vida”, señala.

“Lo que vale es lo que tienes en la cabeza, el corazón, el propósito para tu vida y los demás”, manifiesta.

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Dice que para la práctica y entrenamiento no ha tenido que sacrificar nada, porque no es una persona “de fiestas, ni de excesos”.

“El crossfit te va a dar una vida, te da amigos, te da un estilo de vida saludable, algo a lo que no estás acostumbrado, algo que no sabes que vas a tratar, te saca el concepto de que el crossfit afecta la salud”, explica con entusiasmo el joven, cuyo hobby es surfear y pasar tiempo en la playa. (D)

Cuando tuve el accidente era una persona bastante negativa, conflictiva y pesada, me abrió los ojos. Lo ocurrido me dio la oportunidad de volver a nacer y cumplir el propósito”.Víctor Hugo Castro, Deportista