La Iglesia ortodoxa rusa renunció a instalar un fresco que representa al presidente Vladimir Putin en un lugar de culto en construcción cerca de Moscú, según informó un representante del clero.

“De acuerdo con el deseo del jefe de Estado, el comité artístico decidió no instalar (este mosaico)”, afirmó el obispo Esteban de Klin, a cargo de esta futura gran iglesia, citado por la agencia Interfax.

Este edificio ortodoxo, dedicado a las Fuerzas Armadas, debía contener un mosaico con el rostro del jefe del Kremlin y el del ministro de Defensa, Sergéi Shoigu, en medio de un fresco que glorificaba la anexión de Crimea por Rusia en 2014.

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Fotos publicadas en la prensa la semana pasada mostraban el fresco que se estaba elaborando. “Las imágenes fueron tomadas inicialmente en un taller”, añadió el obispo de Klin, precisando que el mosaico no fue retirado de las paredes de esta iglesia gigante que debe abrir en este mes.

El anuncio de la presencia de un mosaico que representaba a Vladimir Putin, de 67 años, había suscitado una ola de críticas en Rusia, incluso por parte del Kremlin. (I)