Con una misa de acción de gracias se conmemoraron los 14 años de toma de posesión de monseñor Aníbal Nieto como obispo de la diócesis de San Jacinto de Yaguachi, erigida en noviembre del 2009 por el entonces papa Benedicto XVI.

La celebración se realizó este sábado en la Catedral ubicada en el centro de Yaguachi, cantón de la provincia de Guayas. Allí participaron feligreses de varias parroquias eclesiásticas de Durán, Milagro, Naranjal y El Triunfo.

Entre los asistentes estuvo Viviana Olivares, alcaldesa de Yaguachi, quien intervino para destacar la unidad espiritual e importancia de los valores religiosos para la sociedad. Ella entregó una placa especial a monseñor Aníbal Nieto, cuya labor fue agradecida con mensajes plasmados en pancartas que se exhibieron durante la misa.

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Por su patrono San Jacinto, Yaguachi cedió a reordenamiento

En sus más de 14 años, la diócesis de San Jacinto ha ofrecido acompañamiento espiritual e impulso de iniciativas sociales en favor de las comunidades de Yaguachi, Durán, Yaguachi y otros nueve cantones guayasenses.

La diócesis tiene sitios insignes que acogen a la feligresía y muestras de la devoción y fe, como las multitudinarias procesiones en el santuario del Divino Niño, en Durán, y además a decenas de visitantes que celebran las fiestas del patrono san Jacinto en la Catedral de Yaguachi.

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La población de la diócesis, que el 4 de noviembre cumplirá 15 años, es de alrededor de un millón de personas. En muchas comunidades hay realidades difíciles como problemas de invasiones y pobreza y en medio de ese escenario la jurisdicción católica se constituye en una especie de “faro espiritual” ante las adversidades.

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“El compromiso con la comunidad va más allá de los muros eclesiásticos, extendiéndose a los rincones más necesitados de los once cantones que abraza con amor y dedicación. Buscando iluminar no solo almas, sino también caminos hacia un futuro más próspero y esperanzador para todos”, se indicó desde la diócesis.

Allí, en estos años se han llevado adelante varios proyectos de ayuda social para reafirmar el espíritu solidario y mejorar la calidad de vida de las personas en condición vulnerable.

Entre esos programas constan el Dispensario Diocesano Elizabeth Setón, comedor diocesano y dotación de alimentos en parroquias, programa de vivienda social, proyecto Gabriel, Proyecto de Vida, programa Plenitud de Vida, además de la obra educativa y atenciones de emergencia.

En el primer proyecto, el dispensario Setón, que opera desde 1991 en Durán, se ofrece atención médica a la población con miles de consultas médicas cada año en diversas especialidades, a precios económicos y subsidiando en muchas ocasiones al 100 % de los casos de mayor necesidad.

Ahora, el dispensario, con apoyo de laicos de la parroquia Santa Marianita, provee desayuno gratuito a los pacientes que se hacen atender en dicha instalación.

Entre otros de los proyectos también figura el comedor diocesano y alimentos desde las parroquias.

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En la comunidad de la parroquia Juan XXIII en El Recreo, de Durán, se impulsó la iniciativa de comedor diocesano que atiende de lunes a a viernes a cerca de 60 niños provenientes de zonas donde hay entornos de delincuencia y tráfico de drogas. En estos espacios se busca brindarles almuerzo y un espacio de formación de valores.

En otros parroquias de la diócesis también se replican iniciativas similares en menor medida. Una de ellas es la distribución de kits de alimentos y víveres que se obtienen cada mes, a través de la generosidad de fieles.

En cuanto a vivienda social, la diócesis ha logrado por medio de donantes e instituciones que se levante una docena de viviendas para familiares en condiciones vulnerables.

“Nuestra iglesia busca con esta iniciativa tratar de romper el ciclo de la pobreza a través de la provisión de hogares estables, construir un puente hacia un futuro más prometedor para las familias que han enfrentado desventajas sociales y condiciones precarias”, señaló la diócesis.

Con el apoyo de voluntarios de la Pastoral Social Cáritas y otras instituciones de la Iglesia, además se lleva adelante el proyecto Gabriel, que atiende las necesidades de adolescentes embarazadas y madres solteras y se les proporciona acompañamiento psicológico, atención médica primaria y ayuda nutricional tanto a ellas y a los pequeños niños en situación de desnutrición infantil.

En la atención a la población también se impulsa el proyecto Plenitud de Vida, que involucra la ejecución de cursos y capacitaciones profesionales a mujeres que están desempleadas y necesitan adquirir conocimientos y medios para abrirse espacio en el campo laboral y además descubrir talentos que poseen en el camino de llevar adelante emprendimientos o nuevas posibilidades de sustento económico.

San Jacinto, el inicio del Yaguachi Nuevo

En el ámbito educativo, esta diócesis gestiona siete planteles ubicados en los cantones de Durán (con tres), El Triunfo (uno) y Naranjal (uno). Entre ellos se destaca el Centro de Educación Inicial Santa Teresa de Jesús, ubicado adyacente al santuario del Divino Niño, donde se busca inculcar una formación adecuada, con cimientos en fuertes en valores humanos y cristianos.

La diócesis también coordina esfuerzos con entidades públicas y privadas para llevar ayuda a los más necesitados y ha desplegado campañas médicas en zonas afectadas para cuidado médico y prevención y educación sobre la salud en poblaciones vulnerables. (I)