Un recorrido por pasillos interiores de la Catedral, donde se albergan los vitrales de 126 santos latinoamericanos, y además la adecuación de espacios de comercios, donde habrá souvenirs, y una cafetería para compartir un momento ameno son parte de las implementaciones que se ejecutan en la Catedral de Guayaquil dentro de la primera fase del proyecto turístico Destino de Luz.
Este plan pretende abrir el templo religioso a las visitas de locales y extranjeros desde el 9 de octubre próximo, en el marco de los 100 años de la bendición de la primera piedra de la construcción del actual templo, que fue el tercero que se levantó en el sitio, en las calles Chimborazo y C. Ballén.
Al recordar la fecha, la Arquidiócesis local con apoyo de Prefectura avanza en trabajos para abrir las puertas a los visitantes a lugares inexplorados y organiza varios eventos.
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El padre Francisco Sojos, rector de la Catedral, recordó que esta es una semana especial por tener la fiesta de un siglo de fe en la nueva Catedral.
Recordó que en 1695 se construyó la iglesia matriz en ese lugar, en medio del traspaso de la Ciudad Vieja a la Nueva, luego en 1838 se reconstruyó una nueva y producto del estado ruinoso, se levantó la actual estructura como apoyo de un comité encabezado por Isabel María Yerovi de Mateus.
En cuanto al proyecto turístico, Sojos indicó que ahora los fieles podrán conocer los rincones escondidos que tiene la edificación, a través del proyecto Destino de Luz. Este plan tiene tres etapas, que alcanzan una inversión de $3 millones.
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Para la primera fase, el pasado 25 de marzo, se firmó un acuerdo con la Prefectura para dar un aporte de $ 360.000 y siete días después se iniciaron los trabajos de primera fase que tienen un avance del 75 %.
Para más adelante se proyecta seguir con las siguientes etapas del proyecto que tendrá un museo de la Catedral, que incluirá elementos históricos como la maqueta de la puerta principal del templo, y la tercera fase se contempla que las visitas acudan al techo de la Catedral y llegar a la cúpula.
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“La idea completa es que las personas puedan hacer el recorrido de los vitrales y puedan subir por las torres hasta el segundo balcón de la Catedral, al que casi nadie a podido acceder y tiene una vista preciosa de la ciudad, y seguir a los campanarios y en una tercera etapa contemplamos que puedan subir hasta la misma cúpula”, dijo Sojos.
En paralelo,en octubre próximo, la Curia también abrirá el proyecto Belén Mágico, que será una experiencia de nacimiento interactivo. En esta área se espera unos 300.000 visitas hasta enero siguiente.
Este espacio tendrá más de 1.800 piezas que permiten recorrer escenas del Evangelio, desde la Anunciación a María hasta la huida de la Sagrada Familia a Egipto.
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“Estamos convencidos que este proyecto no solo va a cambiar fisonomía y visitas a las Catedral, sino que es punta de lanza para una gran transformación en Guayaquil”, dijo el padre Sojos en un recorrido.
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Estos espacios tendrán un precio único de entrada de $1,50 para niños y adultos mayores y $ 3 en general. Con estos fondos se espera reinvertirlos en futuros proyectos, como las dos fases pendientes.
David Auad, principal del proyecto, dijo que en esta primera fase hay un trabajo de 50 obreros y cuatro profesionales de campo en las labores.
El encargado dijo que en esta primera fase se interviene el espacio de coro en la parte alta trasera, con mantenimiento integral y correctivo. Estas tareas se enfocan en la colocación de pintura y también de tratamiento de la humedad.
En una segunda área, también se incursiona en 240 metros lineales de pasillos de los vitrales. Ya se ha dado intervención de 100% para que las visitas puedan conocer ese espacio aún no descubierto.
Por ahora se trabaja en el costado de la calle 10 de agosto en la casa parroquial donde habrá el área de entretención. Ahí, una vez acabado recorrido, las visitas podrán acceder a souvenirs, cafetería y demás. En parte del proyecto se contempla también un rooftop.
La prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, dijo que se apoya iniciativa para fomentar y motivar el turismo, uno de los sectores afectados por los problemas que atraviesa el país.
Ella se comprometió a apoyar en una siguiente etapa del proyecto e invitó a empresa privada para sumarse a la iniciativa de la Curia.
“Es indispensable invertir en Guayaquil, todo visitante llega a ver la Catedral de la ciudad, por lo tanto nuestra catedral tiene que estar en óptimas condiciones con muchas potencialidades que han encontrado los arquitectos, que hoy tienen que ser abiertas a nuestros visitantes y para eso tiene que estar en buenas condiciones”, dijo la funcionaria.
Ella agregó que el incentivo turístico genera ingresos para negocios del sector, hoteles, restaurantes y la Curia.
El monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil, invitó a los ciudadanos a conocer de manera profunda los espacios culturales y de arte que alberga el templo católico. “Vengan a conocer en sentido amplio, detallado, amplio, hay que detenerse en los detalles y uno va descubriendo un ícono de arte, arquitectura neogótica, esculturas preciosas...”, dijo.
Como parte de las intervenciones, en meses anteriores, la empresa privada, a través del hotel Grand Guayaquil y la Junta han apoyado en la colocación de las mamparas en el ingreso para evitar el ingreso de palomas y murciélagos.
A propósito del siglo de fe, este sábado 10, a las 12:00, la Arquidiócesis organiza el evento Unidos por la Paz que tendrá a la Orquesta Filarmónica en el templo y luego en la zona exterior habrán distintas presentaciones, entre esas del grupo Los Padrecitos, que lo integran cinco sacerdotes locales, incluyendo el padre Sojos. (I)
