Con los recientes resultados del censo nacional, Ecuador registra 16′938.986 habitantes en todo el territorio nacional, con un crecimiento de la población a menor ritmo y hogares más pequeños, según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
En Guayaquil, la ciudad más poblada del país, se contabilizaron 2′746.403 pobladores, que habitan en 970.830 viviendas e integran 810.562 hogares.
Estos ciudadanos se dividen actualmente con una mayoría en el área urbana con 2′650.288 (96 %) y el resto de 96.115 (3,49 %) en el área rural.
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En el censo 2022, las personas se identificaron en su mayoría con la raza mestiza (85,2 %), seguida de la afroecuatoriana (6,9 %), blanco (4,1 %), montubia (2,3 %), indígena (1,3 %) y otro (0,2 %).
Además, el INEC desglosó a la población local por grupos quinquenales de edad. En esa división de los datos se determinó que en la urbe la población de 20 a 24 años prevalece por encima de todos los grupos de edades, con un total de 245.806 habitantes, y en segundo lugar siguen aquellos en el rango de 25 a 29 años, con 225.746 personas.
En tanto, la población de 60 a 64 años tiene menor número de integrantes, con 109.927 ciudadanos, y en penúltimo puesto los que tienen de 55 a 59 años, con 128.654 personas.
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Con relación al género, en el censo del 2022, en Guayaquil se ratificó el predominio de las mujeres en la población, con el 51,1 % (1′402.138), mientras que los hombres llegan al 48,9 % (1′344.265). Esta tendencia se ha mantenido de anteriores censos.
Al comparar el censo del 2010 con el del 2022 se evidenció un cambio de alrededor de dos puntos porcentuales en la balanza. Hace una década, las mujeres eran el 49,3 %, siendo 1′158.478, y los hombres alcanzaban el 50,7 %, con 1′191.800.
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Integración de hogares
En este censo, entre los datos relevantes sobre la población, se registraron cambios de comportamientos en la integración de hogares, es decir, en los últimos 21 años ha existido una reducción del número de miembros.
Actualmente, según el censo, en el cantón Guayaquil hay una reducción del número de integrantes por hogar. Este índice pasó de 4,12 a 3,36 personas por vivienda.
No obstante, en el análisis de los hogares también se determinó que hay una prevalencia de hogares integrados por 5 personas o más (23,7 %), que ha tenido una reducción significativa por el aumento de hogares con menos integrantes.
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En el análisis actual, siguen hogares de 3 y 4 personas (20,8 % y 20,2 %, respectivamente) y por debajo de la pirámide se ubican los espacios con 1 persona (16,6 %) y 2 personas (18,8 %), que han tenido incrementos en sus porcentajes.
En el 2001, por ejemplo, existía una prevalencia de hogares de 5 personas o más con el 37,9 %, pero ese porcentaje en el 2010 se redujo a 31,5 % y en el 2022 siguió a la baja a 23,7 %.
En el caso de los hogares con una persona, ha ido ganando terreno. Este índice fue en 2001 de 9,3 %, luego en 2010 subió a 11,9 % y en el 2022 alcanzó el 16,6 %. Asimismo, los hogares con dos personas han pasado de 13,1 % en 2001; siguió en ascenso a 15,5 % en 2010 y ahora incrementó el 18,8 % en 2022.
Carlos Tutivén, docente e investigador de la Universidad Casa Grande, consideró “indudable” que la cadena de eventos desafortunados que atraviesa el país en los últimos diez años, como la pandemia, crisis económica, migraciones, falta de empleo y seguridad, han afectado notablemente la configuración sociodemográfica de las familias ecuatorianas.
Asimismo, el sociólogo apuntó que el aumento en el índice de divorcios y el declive del matrimonio como proyecto de futuro han mermado el índice de miembros que conforman la familia.
“A esto hay que sumarle el envejecimiento de la población que ya no viene acompañado de un entorno familiar numeroso, sino más bien solitario. Todo esto explica en buena medida las cifras que arroja el censo en este aspecto”, detalló.
Tipo de identificación y cabeza de hogar
En el representante del hogar se ubica la figura del hombre en el 61,5 % y con el 38,5 % la de una mujer. Asimismo, las mujeres pasaron del 32,6 % a 41,8 % como representantes de hogar, a diferencia de los hombres que han bajado de 67,4 % a 58,2 %.
Referente al papel de la mujer que gana espacio como cabeza de hogar, el docente universitario mencionó que históricamente han sido las mujeres quienes han tomado a su cargo las economías domésticas, sobre todo en los sectores populares, mientras que después de la pandemia el panorama se intensificó, teniendo en cuenta que los hombres están ausentes por irresponsabilidades de todo tipo, o han tenido que migrar al exterior o a las grandes ciudades.
“También hay que recordar que muchos hogares quedaron desarticulados por ausencia de hombres fallecidos, o por divorcios o migraciones, y han sido las mujeres con sus hijos pequeños quienes quedaron. Por otro lado, los jóvenes han salido de sus hogares, o viven compartiendo piso si han salido a estudiar al extranjero, sobre todo en las clases medias”, explicó Tutivén. (I)
