La fachada de la casa Alejandro Tola Pareja, en el centro de Guayaquil, tiene un contraste: las banderas blanco y celeste por el mes de julio –en que se conmemoran los 487 años del inicio del proceso fundacional– resaltan con los detalles arquitectónicos todavía intactos por el lado de la avenida 9 de Octubre.

La otra cara, en la calle Escobedo, es distinta, parece un escenario para la filmación de una película de acción de Hollywood luego de dos meses de la caída de parte de su estructura.

Fachada de edificio patrimonial de 9 de Octubre y Escobedo se desplomó; no hubo víctimas

Esta casa patrimonial-privada, donde funcionó el consulado de Mónaco, sigue en proceso de adecuación. Luego del daño a su fachada, se hizo una intervención por parte del Municipio de Guayaquil, entidad que tiene la competencia del mantenimiento a los bienes patrimoniales desde el 2016, pero que según indicaron en un comunicado, sin los recursos respectivos.

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La casa Tola, que según expertos tiene detalles de los estilos neoclásico italiano y art deco, es uno de los 630 inmuebles patrimoniales en el cantón Guayaquil. Así se detalla en el Sistema de Información del Patrimonio Cultural del Ecuador (Sipce), del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) del Gobierno.

En estos están consideradas casas, casonas, edificios, iglesias, capillas, mercados, entre otras edificaciones. De este grupo son 79 los bienes inmuebles estatales; 28, religiosos; y 523, privados, es decir, casi el 90 % de los inmuebles son particulares.

El escenario de la casa Tola deja impresionado a más de uno que circula por esa parte del centro de la urbe, pues era un edificio patrimonial, que a más de su llamativo estilo aparentaba estar en buenas condiciones, dicen vecinos y especialistas.

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El arquitecto John Dunn Insua comenta que se veía una casa bien cuidada, se notaba que se le había dado mantenimiento, había relativa actividad, entre otros detalles que la hacían parecer como uno de los mejores edificios patrimoniales preservados de Guayaquil.

Sin embargo, “la tragedia” que le ocurrió no está exenta para el resto de viviendas, que pese a estar bien a simple vista, dentro de sus estructuras tienen algunos daños que no se han detectado ni dado mantenimiento en el paso del tiempo.

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En las calles Víctor Manuel Rendón y Pichincha está la casa Maldonado apuntalada con cañas. Foto: Carlos Barros.

Y eso se evidencia a unas cuadras de ese mismo punto. En las calles Víctor Manuel Rendón y Pedro Carbo. Allí se encuentra otro de los bienes inmuebles que constan en la lista del INPC, la casa Maldonado. El inmueble está apuntalado con cañas y se encuentra intervenido. Moradores que transitan por el sector destacan su diseño arquitectónico que representa las viviendas del Guayaquil antiguo y lamentan que sea de los más evidentes en daños.

El director de la Unidad Técnica de Patrimonio Cultural, Melvin Hoyos, explica que hay muchos inmuebles en Guayaquil que necesitan ser intervenidos y que el INPC solicitó que el Municipio tomara la competencia, pero sin la transferencia de recursos.

“Quito tiene una transferencia de 60 millones anuales y a nosotros nos exigían que nos hagamos cargo sin transferencia”, expresa.

Agrega que meses atrás se iniciaron investigaciones jurídicas para la creación de una ordenanza para hacerse cargo de esta competencia, además de la creación de la unidad como tal que pretende tener un censo de los inmuebles patrimoniales en los próximos meses.

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Hoyos explica que este censo es necesario para conocer la realidad de los edificios patrimoniales ya que “no todo lo antiguo es patrimonial”.

Por ejemplo, refiere, un edificio que llamó la atención al ser intervenido en las calles Chimborazo y Vélez. En redes sociales, personas se hicieron eco de que se estaba alterando el patrimonio de la ciudad al colocarle un recubrimiento que tapa las características de edificación antigua.

“Si el edificio no es patrimonio, el dueño puede hacer lo que quiera. Una cosa es un edificio viejo y otra cosa cuando es patrimonial, el edificio es viejo; la gente cree que porque es viejo tiene que ser respetado, pero no tiene ningún valor histórico para la comunidad ni un ornamental”, manifiesta.

En eso coincide el arquitecto Luis Alfonso Saltos, experto en planificación urbana. Él agrega que el gran problema en edificios antiguos de Guayaquil es que cuando había afectaciones a bienes inmuebles no se sabía si tenían declaratoria patrimonial, si estaban inventariados, o si aparecían o no en el sistema, por lo que pierden su protección patrimonial.

“Así como este edificio de Chimborazo y Vélez hay muchos más que han sido cambiados por completo en su fachada y que debido a la falta de censos, registros no constan, al no estar registrados no se pueden hacer los procesos administrativos. En Guayaquil no hay una ordenanza o política pública local que proteja a los edificios patrimoniales”, explica Saltos.

El 90 % del total de inmuebles patrimoniales de Guayaquil es privado, según registro del Instituto de Patrimonio (INPC).

Los especialistas indican que en el centro de la urbe los ciudadanos transitan en una vida agitada y que pocas veces “miran para arriba” y se detienen a apreciar el arte arquitectónico que marca la historia de Guayaquil. (I)