Sonia es una paciente de unos 60 años que padece problemas de circulación y várices en las piernas. Al pasar mucho tiempo sentada o de pie puede tener molestias de hormigueo en las extremidades inferiores.

Por ello, esta paciente acude al hospital Los Ceibos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para atenderse con un cirujano vascular. Hasta hace dos años recibía atención después de varios meses, entre tres a cinco.

Sin embargo, en la actualidad ella recibe atención por medio de medicina interna y así se asegura la entrega medicinas para su tratamiento. Por ahora no recibe atención por medio de un especialista cardiovascular como se daba hasta hace un par de años.

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En esta casa de salud usuarios contaron que esperan tiempos prolongados para sacar citas o que hay falta de especialistas en determinadas áreas.

“Ahora me dicen que no hay y debe uno venir periódicamente a medicina interna para que lo receten, como uno está diagnosticado, me dan medicinas”, refirió Sonia.

La semana anterior, esta mujer acudió a admisiones por la falta de revisión de un especialista, aunque ha continuado con revisiones periódicas en ese hospital y otros centros externos para recibir su medicina y poder tratar dolores y otras molestias que se le presentan. “No hay, no hay solución, me dijeron”, dijo ella.

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La sexagenaria manifestó que lo idóneo sería que le revisara un especialista para que observe la evolución de sus problemas de circulación, y detectar síntomas para prevenir futuras complicaciones dentro de su cuadro. “Ando detrás de ver un especialista, pero no hay, estoy pidiendo para otra institución, pero es un trámite que hay que hacer”, renegó.

Pacientes con observaciones por atención en el hospital IESS Los Ceibos. Foto El Universo.

A ella le aconsejeron acudir al hospital Teodoro Maldonado Carbo, del Seguro Social, en el sur de la urbe, y pedir cita a través de medicina general para que la deriven a un especialista de la rama que ella necesita. Sin embargo, desconoce si allá encontrará especialista de esa rama.

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“A la final nosotros los ciudadanos somos los que pagamos el servicio pésimo que le dan, para uno es molestia, yo aún me puedo movilizar, pero una persona que anda en sillas de ruedas debe gastar en taxi, eso molesta”, lamentó la señora que reside en una zona popular del noroeste y debe tomar dos buses para acudir hasta ese centro.

Otra usuaria, Inés, de 40 años, es una paciente con lumbociatalgia y trastorno discal que acude desde enero de 2023 al hospital Los Ceibos del IESS. También ha esperado largos periodos de espera por una cita y padecer por una operación.

Ella llegó a ese centro luego de un diagnóstico particular sobre una dolencia grave en la espalda. Antes, en otro hospital público del Seguro Social de Machala, le descartaron alguna anomalía, apenas le manifestaron que padecía de una hinchazón por un embarazo y le dieron inyecciones.

Su cuadro se agravó en el 2022 con malestares como pérdida de sensibilidad en ambas piernas y control del esfínter. Así, empezó además la falta de problemas de estabilidad, hinchazón en las piernas y debió recurrir al uso de bastón.

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En el hospital del Seguro Social de Machala le indicaron que “no tenía nada” y era apenas una hinchazón por su embarazo y le suministraron inyecciones. Luego, debido a los malestares incesantes, buscó atención particular y gastó de su propio bolsillo para tener otro diagnóstico médico.

En enero de 2023 tuvo que ingresar por emergencia del hospital Los Ceibos. Luego la derivaron a traumatología y otros especialistas de neurocirugía y cirugía vascular periferia. En los siguientes meses, hasta septiembre, logró alcanzar citas con todos, menos con el último.

Con el diagnóstico del cirujano, luego de pasar por seis clínicas buscando atención para su operación, tuvo la intervención de laminectomía lumbar en un operador externo en enero anterior, ya que en ese hospital del Seguro le indicaron que no contaban con lo necesario.

“En el hospital le dijeron que, pese a que el doctor podía hacer la operación, no había la infraestructura, ni el equipo”, dijo una familiar de esta paciente.

Después de la operación en un centro privado le dijeron que en quince días la debía revisar el especialista de cirugía de cabecera, del área de traumatología, para revisar su caso, pero no fue hasta marzo que recién tuvo su cita.

En marzo le indicaron que para las otras especialidades (neurocirugía y cirugía vascular periferia) habría citas a partir de julio próximo, al igual que una siguiente revisión con el galeno de traumatología.

Estas variaciones de fecha afectan su tratamiento puesto que los diagnósticos de cada especialista sirven como “un triángulo” para complementar el avance de su tratamiento. “Ella dice que ya tiene diagnóstico del traumatólogo, pero este dice ‘qué le dijo el vascular’, entonces le dice que agende con ese y luego con el...”, contó la allegada.

Pese al complejo cuadro, esta paciente no busca citas de manera particular debido a los altos costos del tratamiento y operaciones.

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“Está con tratamiento paliativo para el dolor, eso impide que no pueda decir de los dolores que mantiene, no sabe qué más hacer”, dijo la familiar.

Por ahora, en medio de las dolencias, esta paciente también aguarda por una nueva cirugía para el recambio total de una vertebra.

Este Diario consultó con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) sobre las observaciones de pacientes que deben recurrir a atención de especialistas en el hospital de Los Ceibos, pero hasta la publicación de esta nota informativa no hubo respuesta. (I)