Andrea y Denise Gutiérrez Heupel son dos hermanas guayaquileñas de nacimiento, pero de raíces argentinas, alemanas y chilenas. Han crecido con una influencia extranjera importante y cuentan, por ejemplo, que ver cómo comían en las casas de sus amigos era un cambio cultural porque en su hogar las cosas eran diferentes.

“En mi casa no se comía mucho arroz, mi madre nos daba ensaladas y había pastas y pan por mi padre, aunque siempre fue nuestra favorita la comida guayaca elaborada a base del plátano verde”, dice Andrea, quien ahora es chef.

Ella revela que Horacio Gutiérrez Roth, su padre, es un argentino que llegó a Guayaquil hace 45 años. Salió de su país como mochilero a los 22 años y aunque su idea era llegar a Estados Unidos, de Ecuador no pasó porque se enamoró de la gastronomía local y de su ahora esposa, Inés Heupel, hija de un migrante alemán y de una chilena que se habían radicado en Guayaquil.

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“La primera vez que mi papi llegó a la ciudad vio a un señor vendiendo bollos de pescado en una canasta y él jamás había probado el verde. Le llamó mucho la atención el vendedor y cuando comió el bollo se quedó encantado”, cuenta la mayor de las hermanas, que agrega que su familia es un cruce de nacionalidades, algo que también se vive con intensidad cuando hay partidos de fútbol.

Las hermanas Gutiérrez Heupel además recuerdan a su abuelo de origen alemán, a quien le encantaba el pescado frito con verde asado y lo comía cada fin de semana.

Por esto, Andrea desde la cocina y Denise como experta en marketing y negocios, desde hace un año abrieron un restaurante llamado La Corvichería. El local está en el centro comercial Garzocentro y señalan que es el primer lugar de especialidad del tradicional corviche y donde se pueden encontrar varios platos elaborados a base de plátano verde.

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En su negocio se pueden encontrar al menos ocho variedades de corviche, desde el tradicional de albacora, uno de cerdo e incluso el “corviche guayaco”, que viene con cangrejo y camarón, más una salsa especial hecha con la grasa del cangrejo.

Con este plato participan esta semana en el concurso de huecas de la Feria Gastronómica Raíces.

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“Guayaquil es una ciudad cangrejera y hemos decidido darle un realce a los platos. También tenemos la papa rellena que viene con camarones al ajillo”, indica Denise, quien se encarga de la promoción y administración del negocio, mientras que su hermana está en la cocina diseñando los platos.

Andrea y Denisse Gutiérrez, guayaquileñas con ascendientes de otras nacionalidades. Fd Ronald Cedeño Foto: RONALD CEDEÑO

Así viven las fiestas julianas Andrea y Denise, homenajeando la comida criolla como mejor lo saben hacer, cocinando y atendiendo a quienes llegarán para probar sus propuestas en el Centro de Convenciones, desde el jueves 25 de julio.

Andrea cuenta que tuvo la oportunidad de estudiar y trabajar en Francia por seis años y que esas técnicas culinarias que aprendió en Europa las ha adaptado a la comida guayaquileña, por eso presentan un menú criollo con un toque gourmet.

“Es un corviche de 300 gramos que viene con un emplatado especial, no es un corviche pequeño”, detalla la chef que confiesa que durante sus años en Francia cada vez que llegaba a Ecuador quería comerse un corviche o un seco de chivo, sus platos favoritos.

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Denise cuenta que poner el negocio no ha sido fácil, han tenido que sortear dificultades e incluso la falta de clientes cada vez que en la zona de La Garzota se dio un atentado de sicarios o una explosión por vacunadores, lo que ocurrió varias veces en 2023.

Pero ellas han seguido adelante promocionándose por redes sociales. Las hermanas Gutiérrez Huepel mencionan que no improvisaron, que desde el primer día tuvieron un plan de negocios y que una de sus metas era llevar sus propuestas a la feria Raíces y lo han conseguido, por eso hasta el domingo el local de La Garzota permanecerá cerrado y todos, incluso sus padres, los ayudan en su estand en la feria.

“En mi familia está muy marcada la migración. Y yo he sido muy nómada, tuve cinco años un restaurante francés, pero hoy estamos reinventando la comida criolla, es una propuesta más técnica y estamos felices”, dice Andrea mientras saca un plato de la cocina. (I)