Guayaquil ha tenido un desarrollo urbanístico y arquitectónico paulatino en los últimos años. Sectores como Puerto Santa Ana se han expandido y convertido en atractivos para el levantamiento de proyectos inmobiliarios que mezclan la parte comercial y residencial.

Precisamente para el lanzamiento de uno de los últimos proyectos en esa zona, el edificio residencial de 46 pisos Yoo, llegó a la ciudad el reconocido diseñador industrial francés Philippe Starck. Él es la mente detrás de cientos de creaciones a escala mundial.

¿Cómo incide en la plusvalía la llegada de nuevas edificaciones a Puerto Santa Ana?

En el país ha trabajado de la mano de la constructora Uribe Schwarzkopf en los proyectos Yoo Quito y Cumbayá.

Publicidad

Ahora, en su paso por Guayaquil, analizó cómo se deberían recuperar las raíces de la ciudad y aprovechar el nexo histórico que se tiene con el río.

En los últimos años Guayaquil ha apostado por proyectos vanguardistas en diferentes zonas de la ciudad, Puerto Santa Ana es uno de ellas. ¿Qué debería aprovechar Guayaquil para continuar en esa senda de transformación en el desarrollo urbanístico y arquitectónico?

Vi fotos antiguas de aquí de la época en que la ciudad, que era un puerto, giraba entorno al río. Los viejos edificios, que estaban allí, se quemaron y todos estaban a pocos metros del río. Eso es lo que se debe aprovechar.

Publicidad

El río creo que es una buena base y una buena estructura para una ciudad y desde ahí se debería partir. Las ciudades más interesantes del mundo siempre han sido puertos. En Guayaquil se hicieron muros entre la ciudad y el río, bajo el pretexto de crear un malecón y crear vínculos entre el humano y el río, pero finalmente esto separó al humano del río.

Por ello, ahora los proyectos que en están en este sector (Puerto Santa Ana) buscan volver a ese primer esquema, a retomar la línea orgánica del río y retomar esa esencia que existía antes. El proyecto de Tommy y Joseph Schwarzkopf con Yoo busca encontrar esa armonía que existía antes.

Publicidad

¿Cuál sería su idea para mantener las raíces de lo antiguo dentro de lo moderno en Guayaquil?

Mezclarlo, se lo puede hacer. Hay que recordar que el momento más bonito de la ciudad fue al principio, cuando este era un puerto y había construcciones con diseños inspirados en la arquitectura europea.

Esos edificios en madera, con arcos, con piedra, tenían su funcionalidad y le daban fuerza. Ahora las nuevas construcciones ya no lo tienen y eso se debería rescatar.

Malecón y otras obras en puerto Santa Ana 3 y 4 se dividirán en tres etapas en un periodo de seis años

Yoo es el nuevo proyecto que se construirá en Puerto Santa Ana. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: Carlos Barros

Entonces, ¿cree que la ciudad, con la modernidad, está perdiendo sus raíces?

Publicidad

Por la expansión, modernización, como sucede en todas las ciudades del mundo, se pierde el alma de las ciudades cada día. A la ciudad le hace falta el contacto inmediato con el río.

Hay que traer lo antiguo y ponerle el toque moderno, eso es lo que estamos haciendo con Yoo, una construcción retro-moderna. No vamos a hacer copias, no hay lugar a hacer un edificio falso del pasado, estamos en el tercer milenio.

Ahora se tienen otros deseos y necesidades, pero nada nos impide tener algunas señales que nos recuerden nuestras raíces como, por ejemplo, los arcos y materiales como la piedra.

¿Qué le hace falta a Guayaquil, de acuerdo con lo que haya percibido, en materia de diseño?

En este caso Guayaquil, vuelvo a repetir, requiere recuperar su identidad a través del río. Las personas deben centrarse en que esta ciudad no existiría si no existiera el río, si no fuera puerto. La madre de esta ciudad es el río, hay que respetarlo y devolverle su lugar al centro de todo.

Pero, así como se ha desarrollado el skyline de Guayaquil, ¿puede recuperar esa esencia?

No es tan simple, pero hay ejemplos de ciudades en el mundo que han podido. Se necesita voluntad y tomar en cuenta muchos parámetros. En Buenos Aires, por ejemplo, se rescató el interés por los docks, por los puentes que estaban abandonados. Se recreó una ciudad dentro de la ciudad, eso fue en Puerto Madero.

Allí hay que decir que se usaron edificios industriales existentes y se hizo esta combinación entre lo pasado y lo futuro. Eso provocó que esa ciudad tenga un rejuvenecimiento artístico, se transformó un espacio olvidado en algo que ahora es admirado. Esa fue una forma de poco a poco recuperar esa identidad para el futuro.

Paseo Río Guayas se llamará nuevo malecón de Puerto Santa Ana

Al hacer este tipo de diseños vanguardistas en la ciudad, ¿Guayaquil tendría una oportunidad de ser reconocido internacionalmente y tener un flujo mayor de visitantes?

Sí, por supuesto, porque hoy por hoy Guayaquil es claramente una ciudad de comercio y de paso poca gente viene en realidad a visitarla porque quiere observar la ciudad (en el plano de diseño). Entonces yo creo que si se apuesta por diseños que rescaten lo antiguo, la identidad de la ciudad, de la ría, eso podría ayudar justamente a que se apuntale como un atractivo.

La idea también es recuperar esa funcionalidad real de los antiguos edificios. Se busca rescatar las raíces de la vida social de la ciudad.

Puerto Santa Ana se está posicionando como uno de los sectores residenciales de la ciudad más turísticos y con mayor plusvalía por los proyectos que se levantan allí, ¿qué le faltaría para terminar de despuntar o se debería mirar hacia otros sectores?

No solo a Puerto Santa Ana, sino a todo Guayaquil y a las ciudades siempre les hará falta más humanidad, por más moderna que sea. Todas las ciudades del mundo, no importa cuál sea, se van deshumanizando por muchas razones diferentes, la modernidad.

En Guayaquil hay que reconocer que el río es la madre y sus hijos, los humanos, deben vivir o volver a vivir en ella. Eso hay que rescatar y respetar. (I)