El movimiento comercial, peatonal y de tránsito vuelve a marcar el ritmo de la avenida 9 de Octubre, la principal arteria céntrica, que desde sus inicios ha concentrado diversidad de negocios y servicios, pero que con la llegada imprevista de la pandemia por el COVID-19 en el 2020 tuvo también días de nostalgia y hasta de agonía por el cierre de los comercios en el tiempo del confinamiento obligatorio. “Fueron días muertos, todo cerrado, sin movimiento”, recuerda Jéssica Lara, vendedora ambulante de dulces y que ahora ofrece también mascarillas.