Emily Rivas es parte de un grupo de 107 estudiantes de la Unidad Educativa IPAC que celebraron su graduación de bachilleres con una emotiva reunión, que se realizó en uno de los salones de eventos del hotel Hilton Colón, en el norte de Guayaquil.
Hubo bufé, animación musical, decoraciones, entre otros atractivos que hicieron de la noche del sábado 12 de marzo un momento inolvidable para los jóvenes y sus familias.
Lourdes Vélez, madre de Emily y presidenta del comité organizador, comentó que el festejo tuvo la colaboración de todos los padres de familia. La inversión en el agasajo y en otros detalles —sostuvo— fue de unos $ 62.000.
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En la actividad participaron 535 personas, entre estudiantes y familiares.
Las fiestas de graduación de planteles particulares y fiscales contribuyen a la reactivación del sector hotelero de Guayaquil, que ve con expectativa la eliminación de aforos y restricciones de movilidad en un nuevo escenario de la pandemia del COVID-19.
“Nosotros comenzamos de cero, porque en otras promociones ellos empiezan a hacer (organizar) desde primer año de bachillerato. Pero nosotros no lo hicimos así, comenzamos desde cero, y gracias a Dios nos fue muy bien”, comentó Vélez con relación a que el agasajo fue organizado en marzo del año pasado.
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Los colegios Alemán Humboldt y Espíritu Santo también tuvieron celebraciones en el Hilton Colón y el Sheraton.
En la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón, se graduarán 58.728 bachilleres. De esa cifra, 40.530 alumnos corresponden a planteles fiscales, 1.740 a fiscomisionales y 16.458 son de establecimientos particulares.
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El hotel Sheraton, también en el norte de la ciudad, ha tenido cinco reservaciones para festejos de graduaciones en lo que va de marzo, indicó Esther Bombón, coordinadora de eventos. La cifra es la mitad de lo que tuvo en marzo del 2019, un año antes de la pandemia.
Allí los salones de eventos tienen capacidad máxima de 500 personas.
“Ayudan mucho, porque, como promedio general, en las graduaciones los estudiantes traen sus familias, sus invitados; entonces, siempre el mínimo es de 150 personas que comienzan a venir”, dijo y añadió que cada celebración le representa al hotel ingresos de alrededor de $ 6.000.
Otros de los eventos importantes para los hoteles son las bodas, que se han reactivado desde enero de este año. En el Sheraton se han dado seis bodas, la mayoría en marzo.
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Con miras a atraer a sus clientes, en algunos establecimientos se han diseñado promociones para los agasajos estudiantiles no muy numerosos. Por ejemplo, en el hotel Radisson el área del restaurante se puede reservar para grupos de 20 a 25 personas.
Para platos a la carta, si el grupo es de cuatro personas en adelante, el platillo del graduado tiene un descuento del 50 %; en bufés, a partir de quince personas, la comida para el bachiller va de cortesía, incluida una copa de vino espumoso para el brindis.
Durante marzo, este servicio del restaurante ha sido solicitado para una veintena de graduaciones.
En los salones de eventos hay varios paquetes, explicó Gisell Barzallo, jefe de Alimentos y Bebidas del Radisson. Para grupos de mínimo 30 clientes el costo por persona es de $ 26 más impuestos; incluye el uso del espacio, menú servido o bufé y vino para el brindis.
Los salones tienen capacidad máxima de 150 personas, y han acogido por ahora tres eventos.
“Siquiera el 30 % de los presupuestos que normalmente se manejan en marzo para los departamentos de alimentos y bebidas, al menos en la parte hotelera que maneja eventos, es representado por las graduaciones. Por el tema de graduaciones, siempre es un pico alto marzo”, explicó Barzallo.
Y añadió que, antes de la crisis sanitaria, cada fin de semana de marzo se celebraban graduaciones. (I)