Hace poco más de seis años, la calle Jiguas, en Urdesa, era una de las zonas preferidas por universitarios que venían de otras ciudades del país a estudiar en Guayaquil o por trabajadores que habían llegado al Puerto Principal para iniciar funciones en alguna empresa.

El sector era solicitado por ese grupo de personas -y hasta por guayaquileños- por la cercanía con universidades, la oferta de comercios y la disponibilidad de rutas de buses urbanos sobre la avenida principal, la Víctor Emilio Estrada.

‘Algunas personas están desesperadas por vender propiedades como sea por las extorsiones o simplemente por seguridad para su familia’

En viviendas de una y dos plantas se habilitaban suites compartidas o independientes, incluso pensionados que albergaban hasta a ocho jóvenes. Dependiendo del número de baños, cuartos o estacionamiento, los precios podían llegar a $ 500 o $ 600.

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Ana Cruz, quien reside en esa zona, cuenta que la llegada de los inquilinos se frenó en la pandemia del COVID-19 y luego simplemente “se apagó” con el incremento de asaltos, robos a mano armada, robos a viviendas, secuestros e incluso las extorsiones.

Para 2024, algunos de los vecinos de Cruz salieron de Urdesa por seguridad y esos inmuebles que eran destinados al arriendo quedaron para la venta. Otros, cita, aún mantienen la oferta, pero los interesados no concretan por el costo del alquiler o por la poca seguridad que tienen las viviendas.

“Fue como cuando uno va saliendo de una casa y va apagando los focos hasta que se cierra una puerta, así yo podría asemejar lo que sucedió aquí. Antes se podía ver a los jóvenes caminando o reunidos en casas, ahora todo eso está apagado y la llegada de nuevos inquilinos ha bajado totalmente”, relata.

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Sobre esta calle y también en la Manuel Rendón, Guayacanes e Ilanes, en una misma cuadra se pueden observar hasta cinco letreros de “Se vende” o “Se alquila”. En un mismo inmueble se pueden ver los dos letreros.

En inmuebles que antes funcionaban locales comerciales se han colocado letreros de venta. Foto: Francisco Verni Peralta

En la avenida principal, la Víctor Emilio Estrada, el panorama no es lejano al de las calles secundarias. Locales que antes tenían buena afluencia de clientes, según vecinos, han salido por extorsiones o por la baja de ventas. Esta última, aseguran, derivada de la falta de inquilinos.

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“A pesar de que la gente sigue saliendo, ya no es como antes y esos negocios pequeños que eran nacientes o que tenían pocos años fueron los que se exterminaron. La gente de las universidades también ha dejado de venir a consumir en los locales y solo un par aún se mueven durante las noches”, dice Raúl Limones, otro residente de Urdesa central.

Para Limones, en este año, con el incremento de los robos y asaltos también se “ahuyentó” a los futuros inquilinos y emprendedores.

La Asociación de Corredores de Bienes Raíces (Acbir) manifiesta que Urdesa siempre fue un sector de compra y venta. Sin embargo, en los últimos años se ha deprimido por dos factores fuertes: la inseguridad y la migración de residentes fundadores hacia zonas como Samborondón y vía a la costa.

“Fue un buen negocio mientras la gente te pagaba los alquileres, pero cuando la gente se va es complicado”, dice Sue Murillo, presidenta del gremio.

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Otro elemento que también ha frenado la demanda de sitios de alquiler y venta en Urdesa es la poca inversión y los altos costos que aún se manejan para las ofertas.

Christian Villacrés, agente inmobiliario, señala que los avalúos catastrales son altos para los predios en ese sector y las casas que se comercializan también tienen precios elevados a pesar de que algunas superan los 40 años de construcción.

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“La gente que cotiza ve que los valores son elevados y dicen: una vivienda en casi $ 300 en una zona como Urdesa. Entonces prefieren irse a zonas de Samborondón, vía a la costa, Daule”, manifiesta.

Manuela Orozco, propietaria de Project Homec Inmobiliaria, recalca que la inseguridad ha afectado el interés que tienen los usuarios por arrendar o comprar.

“Se nota una baja significativa en el número de clientes, quienes, en temas residenciales y comerciales, han optado por sectores con ‘mayor seguridad’ donde se proyecta un mayor crecimiento económico con nuevos desarrollos, como Samborondón, Daule o la vía a la costa”, manifiesta.

Urdesa es uno de los sectores en los que la Empresa Pública Municipal de Seguridad (Segura EP) realiza rondas con sus camionetas. En 2023 se anunció una intervención integral en diversos sectores priorizados como Urdesa. (I)