Mira con tristeza a su hijo de 3 años, mientras le da una bebida bajo un sol extenuante de media tarde guayaquileña. Nicole O. tiene 20 años, está embarazada de 8 meses y lucha en las calles para sobrevivir. Con voz tímida manifiesta su desesperación por no tener un trabajo porque al estar en la calle no es nada fácil. Ella saca dulces de su pequeña maleta y los ofrece a los conductores que detienen la marcha cuando el semáforo está en rojo en la avenida Orellana, sector de la Kennedy, norte de Guayaquil.