Mario Vera Sánchez tiene 83 años, es ingeniero mecánico. Luce fuerte y orgulloso entre los invitados de honor de la ceremonia de los 65 años de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol). Él fue parte de la primera promoción de graduados como profesional politécnico.

“Empezamos en el año 1959. Somos los fundadores de la Espol. Nuestro primer director, el ingeniero Walter Camacho. Tenemos el orgullo de decir que hemos abierto camino a los demás profesionales”, manifestó el alumno, quien estuvo en la ceremonia de aniversario de los 65 años que se conmemoró el pasado lunes en el campus Prosperina, noroeste de Guayaquil.

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Él recordó que ingresar a la Espol fue un escenario inimaginable en ese momento de la educación. “Era una educación muy rigurosa, nunca antes vista en Guayaquil, jornadas interminables de estudio, desde las siete de la mañana, jornadas de clases, luego nos reuníamos a estudiar, una rutina de lunes a viernes, hacíamos otros trabajos los sábados y solo el domingo a descansar”, explicó.

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Vera recordó que se iniciaron con 51 estudiantes en dos carreras de Ingeniería Mecánica y de Petróleos en el campus Las Peñas, centro de Guayaquil. Además que era la primera vez que se estudiaba por semestre, solo era año corrido.

Añadió que los primeros profesores de la Politécnica fueron oficiales de la Armada del Ecuador que se habían especializado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

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“Fuimos formados con mucha rigurosidad, responsabilidad y entrega a estudiar y eso he visto que se ha mantenido y me da mucho orgullo.

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Él recordó que graduarse en la Espol le abrió las puertas para ser el jefe en cargos importantes, como funcionario público desde los 24 años que se graduó. Ahora ya es jubilado y recuerda con nostalgia y también alegría esos años.

“Mi consejo para las nuevas generaciones es que sean perseverantes, que sigan cuidando la calidad, que sean mejores”, expresó el jubilado de la Espol. (I)