“Perder la visión es como volver a nacer, tienes que adaptarte nuevamente a todo”, reflexiona Tito Parrales, un ciudadano no vidente de 74 años que, pese a su edad, recorre las calles de Guayaquil con su bastón para hacer sus actividades casi con normalidad. Él fue uno de los 25 no videntes que hoy recibieron un bastón nuevo por parte de representantes de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, que hizo eco del Día Internacional de los Bastones Blancos.