Restricciones para entrar a casas durante la pandemia hicieron que la población de ratas aumente en Guayaquil; en 5 sectores se reforzará campaña de desratización

En las jardineras de la Bahía, entre los arbustos y hasta debajo de las raíces de los árboles, se divisaban grandes huecos: madrigueras de ratas. Allí se colocó veneno en forma de bloques de color azul para matar a los roedores y para que disminuya la población que circula en esa parte del centro, considerada la más crítica por la cantidad de basura diaria que se genera en la zona y que origina un ambiente propicio para ratones y ratas.

El jueves pasado se inauguró el programa anual de desratización del Municipio de Guayaquil. Y se lo hizo justamente en la Bahía. Allí los comerciantes de locales, módulos y ambulantes se mostraron inquietos al ver cómo se colocaban estos bloques en la parte de arriba de los módulos, en los locales comerciales y en las jardineras.

“Aquí (una jardinera en la avenida Olmedo y Chimborazo) la gente bota mucha basura, restos de fundas de comida con desperdicios, vasos con residuos de algo... Y esas ratas ya no tienen miedo; están aquí desde las cinco de la tarde dando vueltas. Antes como que salían corriendo; se asustaban. Ahora ya no les importa nada; pasan y pasan hasta con sus hijitos”, comentó Mariana, una de las vendedoras de un módulo aledaño a esa jardinera.

Omar Tovar, jefe de Control de Vectores y Epidemias, explicó que, cuando las ratas están en los exteriores en el día, es porque las madrigueras están llenas. Esta situación se evidencia en cinco sectores de Guayaquil, donde sus vecinos han reportado mayor incidencia de esta plaga.

“En la pandemia se han reproducido el doble los roedores; también se ha visto que han crecido más. Son dos años en que han tenido libre espacio, pese a que cada año se ha mantenido el programa; pero en la pandemia no se ingresaba a las casas, por tema de prevención del COVID-19″, expuso.

Tovar contó que en estos sitios hay que ir tres veces al mes para disminuir la existencia de los roedores. Estos lugares son la Bahía, en el centro; el sector de la isla Trinitaria y barrios aledaños al estero, en el suburbio; Sauces 3, 6 y 9; Martha de Roldós y Pascuales, en el norte de Guayaquil.

50 millones de ratas se reproducen al año en Guayaquil

Estos y otros barrios más los tienen en su cronograma de trabajo previsto para hasta el próximo 30 de noviembre. En esta campaña se pretende ampliar la cobertura de 1′200.000 a 1′600.000 familias beneficiadas con este programa de desratización.

“Recordemos que la enfermedad que originan las ratas es la leptospirosis; y, aunque no se han dado muchos casos, queremos prevenir, más en el contexto de que nos estamos recuperando de la pandemia del COVID-19. Queremos mantener a la ciudad libre de enfermedades”, manifestó Tovar.

La Dirección de Salud del Municipio calcula que anualmente se reproducen 50 millones de ratas en Guayaquil. Todos los años se realizan estas jornadas para disminuir su población y evitar enfermedades.

El jueves en la mañana, más de 80 operarios recorrieron puntos de la Bahía de Guayaquil, así como también el Mercado Central, y así acudirán tanto a los cinco puntos críticos como a diversos barrios de la zona urbana y de las cinco parroquias rurales: Posorja, El Morro, Progreso, Tenguel y Puná.

Allí se colocará el veneno en espacios comerciales, viviendas, jardineras, parques, entre otros espacios.

Tovar explicó que los químicos que se usan son de dos tipos de rodenticidas: en un bloque azul, para roedores grandes, con el que se disecan y no apestan; y los pélets, que llaman la atención de los ratones pequeños.

Él pidió a la ciudadanía que permita el ingreso de los operarios a las viviendas; ellos van debidamente uniformados. Acotó que estos venenos para ratas no afectan directamente a la salud de las personas ni las mascotas.

Para alertar sobre algún sector con gran incidencia de ratas puede acercarse a la ventanilla universal del Municipio de Guayaquil, en el palacio, o hacerlo vía online en https://www.guayaquil.gob.ec/. (I)