En los bajos del edificio Fénix, que permanece con muros de cementos en varios de sus puertas de fierro de ingreso, se observaba un intenso paso de ciudadanos, mientras dos hombres permanecían al pie del predio: uno durmiendo descamisado sobre un saco blanco y otro sentado con productos a la venta.

En varias columnas de este predio se percibía el mal uso del espacio como urinario y aquello era evidente por olores que se volvían insoportables para transeúntes.

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Ese ambiente se daba sobre una acera que tiene ciertos desniveles en la esquina de Pedro Carbo y Aguirre, en el centro porteño. Allí, varios de los presentes se percatan a diario de un desnivel que llama la atención en esa acera. Otros no se dan cuenta del mismo que puede pasar desapercibido en medio del trajín citadino.

Sobre la esquina se percibe un desnivel y parte del piso de cerámicas con resquebrajamientos e incluso existe una apertura en un bordillo que da hacia la calle Pedro Carbo, por donde continuamente pasan las unidades de Metrovía, que a su paso van cimbrando el piso.

Un trabajador de la zona, Carlos Mendoza, consideró que se nota que la estructura va cediendo conforme pasan los años. Este edificio quedó fuera de operaciones tras las afectaciones que dejó el terremoto del 2016.

Hundimiento en acera de edificio de Pedro Carbo y Aguirre. Foto: El Universo

“Estaba al mismo nivel de la vereda, se ha ido hundiendo”, comentó el trabajador, quien agregó que la presencia de este sitio es un peligro para los transeúntes y vehículos, puesto que a diario circulan decenas por las inmediaciones.

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Cerca de 2.300 edificios de Guayaquil serán evaluados para verificar su estructura en casos de eventos sísmicos

En su caso, el hombre comentó que trata de evitar circular por esa acera para evitar estar expuesto a la caída de alguna estructura o parte del predio. Prefiere moverse por la acera de en frente donde hay locales de venta de ropa y telas.

Otra mujer que suele trabajar en la zona, Yesenia Álvarez, coincidió en que el escenario se convierte en un riesgo latente debido al hundimiento de la calzada, por lo que consideró que al menos se debería limitar el tránsito con cintas para que la circulación peatonal se mantenga restringida y no se ubiquen personas en condición de calle.

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A su vez, en el mismo cruce de Pedro Carbo y Aguirre, ella suele también circular por un edificio que está en frente y que está en condición de abandono.

Predio con filtraciones en Pedro Carbo y Aguirre. Foto: El Universo

Este predio tiene filtraciones que llegan a caer desde las plantas altas hasta la vereda. Los rastros de la humedad se observan sobre todo en días de lluvias, aunque el lunes anterior seguían cayendo gotas en una de las esquinas. En la fachada se observa los rastros de moho y el desprendimiento y desgaste de ciertas partes de la mampostería.

“Deberán demolerse porque son muy peligrosos”, dijo Álvarez.

De su parte, el cabildo porteño ha dispuesto varios informes respecto a las situación de estos predios.

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Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia municipal, mencionó que las acciones con el edificio Fénix y del predio diagonal, que figuraba a cargo de Inmobiliar, y otros de la zona se emprendieron a raíz del terremoto 2016.

En ese entonces se establecieron informes técnicos de cada edificio y se notificó a los responsables para que según el caso se proceda a base de lo recomendado, refirió

En el Fénix, por ejemplo, se registró el hundimiento y la recomendación era de disminuir la carpa pesada a los pisos superiores, por lo que se dio un desmontaje en esos niveles, y además se desocupe totalmente.

“Firmaron un acuerdo en esa época y ya todo quedaba en responsabilidad de ellos”, refirió y sostuvo que actualmente podría ameritar un nuevo informe a través de la Dirección de Riesgos, que ahora es la encargada de evaluar la situación en caso de riesgos.

En el otro predio del edificio, él indicó que en ese sitio se evidenció la problemática de abandono por falta de iluminación y uso como letrinas. En el sitio se colocaron sellos para iniciar sanciones por miles de dólares.

Narváez reconoció que hay complicaciones cuando se dan esta clase de novedades en terrenos del Estado y no son terrenos particulares que se puedan encontrar mecanismos para hacer más coercitivos con esos inmuebles, así como con otros predios que se ubican en una situación parecida en el barrio del Salado.

“La situación se nos complica cuando son inmuebles de propiedad del Estado, porque básicamente son ellos los que tienen que proceder y dar el ejemplo como parte del Estado”, dijo. (I)