La guayaquileña Valeria Sacoto Calero a sus 28 años ya había cumplido dos de sus metas más importantes: graduarse como médica y tener dos trabajos, uno en el hospital de Durán del Ministerio de Salud Pública (MSP) y en la clínica privada Sur Hospital, en Guayaquil.

Ella era el sustento de sus padres, Julio Sacoto y Blanca Calero, su única hija mujer, la primogénita. Y el ejemplo de sus tres hermanos menores y del resto de sus primos.

Así lo recordaron la tarde de este jueves, 25 de abril, durante el velorio y sepultura en Parque de la Paz, en La Aurora.

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Valeria, la joven doctora que falleció durante una lipoescultura y mamoplastia en una clínica del norte de Guayaquil

Allí llegaron amigas desde la escuela y los diferentes cursos que la joven realizó. Unas decían que la conocían por un curso de natación, otros eran sus compañeros médicos y personal de salud. Otros, sus amigos de la universidad. Todos lloraban su inesperada partida.

Valeria murió el pasado 23 de abril luego de una complicación después de una lipoescultura y una mamoplastia en una clínica en la ciudadela Kennedy Norte.

Foto: Cortesía

A ese sitio fue llevada debido a la emergencia durante su cirugía en un consultorio en Torres del Norte, que posteriormente fue clausurado por no contar con los permisos.

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¿Por qué Valeria se hizo esa intervención en ese sitio?

Su madre, Blanca Calero, comentó que ella le había contado que quería realizarse la intervención y que ella le había dicho que mejor no, que no la necesitaba. Sin embargo, se dejó influenciar por sus amigas y otros allegados.

Añadió que su hija se realizó todos los exámenes antes de la cirugía, que los parámetros reflejaron que estaba saludable para afrontar cualquier intervención.

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Esto reveló la autopsia de Valeria, la joven médico que murió en una cirugía estética en Guayaquil

¿Entonces, qué ocurrió?

La madre indicó que no había equipos para afrontar una emergencia mayor en el lugar donde fue intervenida. Técnicos de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess) clausuraron el sitio luego que se abrió la investigación por fallecimiento de un paciente y porque no tenía permisos.

Los padres de Valeria mencionaron que la joven anhelaba seguir estudiando la especialidad de Cirugía, pues estaba aprendiendo en sus trabajos en el área de Emergencia.

Y lejos de imaginarlo, en una emergencia su salud se complicó tanto al punto de fallecer por un infarto, insuficiencia respiratoria y embolia, según la autopsia.

“Fue una mujer valerosa, se llevaba con todos sus compañeros tanto en la escuela, colegio, universidad, hospital, clínica. El lugar donde estamos velando resultó pequeño de tantos amigos y compañeros de la iglesia a donde asistía, la iglesia Alianza Guayaquil Norte de Guayaquil”, recordó su papá.

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Él dijo que estarán atrás del caso por la muerte de Valeria para que se haga justicia y que no quede impune, pues le han escrito otras familias afectadas en casos similares.

“Mi niña estaba sana, ella entró bien, y me la entregan muerta, esto no es justo, no puede seguir pasando, no pueden jugar con la vida de los pacientes”, dijo la señora durante el sepelio de su hija.

En este caso hay un médico que está siendo procesado por el presunto delito de homicidio culposo por mala práctica médica.

Este Diario se contactó con los abogados de los médicos para tener más detalles sobre este caso. (I)