‘Blindarse’ ante la delincuencia es uno de los principales factores que impulsan a los barrios a colocar portones en peatonales y calles internas en diferentes sectores de la ciudad. Inicialmente, la instalación de estas estructuras no estaba regulada en Guayaquil, por ello, con el repunte de los casos de robos y asesinato, proliferó su presencia cuadra a cuadra.