En 2016, la BBC estrenó Upstart Crow, una comedia para televisión que ha tenido buenos ratings  en Gran Bretaña (en internet solo disponible en ese país). El programa es sobre William Shakespeare (1564-1616) cuando empieza a hacerse un nombre en Londres mientras trata de ser un buen esposo y padre para su familia en Stratford-upon-Avon.

El creador de la serie televisiva es el actor, productor y escritor inglés Ben Elton (Los jóvenes, La víbora negra), quien escribió All Is True (Todo es verdad), la más reciente película dirigida y protagonizada por Kenneth Branagh, recordado por su papel de Gilderoy Lockhart en Harry Potter y la cámara secreta (2002), Dunkerke (2017) y quien también aparece en la serie de la BBC sobre Shakespeare antes mencionada. Según los críticos, existen ciertas similitudes estructurales entre la serie y el filme.

Ahora bien, la figura del Bardo de Avon ha sido siempre un tema muy querido para sir Kenneth Branagh y en All Is True se aleja del arte de Shakespeare y ubica un drama familiar, enfocándose en un anciano cuya carrera literaria se convirtió en ceniza con la quema del Teatro Globe. Luego de ese incidente, el dramaturgo, poeta y actor inglés del siglo XVI nunca escribiría otra obra. Pero Branagh ha apelado a la ironía partiendo desde el mismo título, ya que la verdad no es exactamente el objetivo principal.
Basada en hechos reconocidos y algo de ficción, el filme especula sobre los últimos años de la vida de Shakespeare retirado y cuestiona por qué decidió apartarse  de sus labores.

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De esta forma, Branagh realiza un viaje melancólico hacia los pocos últimos años conocidos del dramaturgo, cuando eligió retirarse a una vida tranquila, luego de haber estado 20 años alejado de su familia que ahora lo ve como un extraño. Su esposa, Anne Hathaway (Judi Dench), se niega a compartir una habitación y mucho menos una cama con él, y su hija mayor, Judith (Kathryn Wilder), es una resentida mujer que no perdonará a su padre y se casará para darle un heredero varón. En otras palabras, la película retrata la difícil situación de un envejecido dramaturgo que se sintió extraño en lo suyo.

Para aumentar sus dificultades, Shakespeare debe enfrentar también la muerte de su hijo Hamnet, en quien creía que continuaría con su legado poético. Su pena solo se encuentra con el desdén y la malicia de Anne, quien recuerda que mientras ella estaba llorando por su hijo, él estaba escribiendo su comedia The Merry Wives of Windsor. El exitoso dramaturgo enfrenta con dureza sus fallas como esposo y padre, al descubrir que la fama y el dinero no significan todo.

Estaba en una sociedad muy chismosa, una sociedad muy litigiosa. El hombre pierde trabajo y tiene que encontrar un nuevo propósito en la vida con la familia que no conoce muy bien. Para mí, fue una especie de viaje en el tiempo”.

Para meterse en la piel de Shakespeare, Branagh tuvo que usar prótesis para nariz y un cabello falso. “Rindo un homenaje a Shakespeare como artista y hombre de familia”, ha dicho el actor luego de demostrar su admiración por la obra del dramaturgo con películas como Enrique V (1989), Mucho ruido y pocas nueces (1993), Otelo (1995) o Hamlet (1996). Dejando así las adaptaciones, afronta el reto de dar vida al mismísimo Shakespeare durante un periodo de su vida que no se había llevado al cine anteriormente.

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“Esa fue una de las razones. También para colocarlo en una situación como es la pérdida de su capacidad para ganar dinero al perder su lugar de trabajo. Para que tenga una idea, ese teatro reunía a 3.000 personas por la tarde, imagine cuánto recaudaba. Todo evidencia sugiere que se sintió muy traumatizado por eso. A esto hay que sumarle el hecho de que tuvo que tomar varias decisiones en torno a su nueva situación económica. Es duro cuando esa dinámica sucede en la familia, es decir, que el sostén del hogar se ve en aprietos y encima afrontar algunos incidentes familiares, como el hecho de que las hijas estuvieron involucradas en escándalos sexuales, hubo cuestionamientos sobre la naturaleza de su trabajo que fueron objeto de mucha discusión. En fin...”, dijo Branagh.

Es así que Shakespeare debe luchar por reparar las relaciones rotas con su esposa e hijas. Al hacerlo, se ve obligado sin piedad a examinar sus propios defectos como marido y padre. “Estaba en una sociedad muy chismosa, una sociedad muy litigiosa. El hombre pierde trabajo y tiene que encontrar un nuevo propósito en la vida con la familia que no conoce muy bien. Para mí, fue una especie de viaje en el tiempo”, dijo el actor.

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Ian McKellen interpreta al conde de Southampton, a quien Shakespeare dedicó dos poemas. Se convierte en un duelo entre dos pesos pesados ‘shakespearianos’ cuando ambos recitan Sonnet 29. “Practiqué para esa escena como nunca lo había hecho antes”, admitió Branagh.

Por su parte, Dench aporta a la analfabeta y anciana Anne, una mujer que no ha sido tratada con amabilidad por la historia. Muchos han asumido que el único legado de Shakespeare para ella, su “segunda mejor cama”, fue un insulto. Pero Elton y Dench cambian hábilmente esta noción, extrayendo el afecto en lo que debe haber sido, por lo menos, una relación compleja. (A. C. J.) (E)

Fuentes: telegraph.co.uk, goldderby.com y agencias.