Esas chicas malas de nuestra portada irrumpen en el escenario del Sánchez Aguilar, en una marea artística que se originó con un hombre que dejó una huella imborrable en el teatro musical: el director-coreógrafo Bob Fosse. Gracias a José Miguel Salem, de Danzas Jazz, Chicago llega a los escenarios locales en una puesta en escena donde deberíamos descubrir el formidable talento escénico de su autor original.

Fosse era un bailarín que se convirtió en coreógrafo y en director después, tanto en el teatro como en el cine. En 1973 batió récords al ganar los tres grandes premios: el Óscar por su versión cinematográfica de Cabaret, dos premios Tony como director-coreógrafo de la comedia musical Pippin en Broadway y el Emmy en TV por Liza with a Z con Liza Minnelli. Sus danzas son altamente estéticas y sexis, siempre llevando la acción de sus bailarines-cantantes hasta fabulosas dimensiones creativas.